La detención de Javier Duarte, exgobernador de Veracruz, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, al parecer no le gustó mucho en ese entonces al dos veces candidato presidencial y aspirante rumbo al 2018, Andrés Manuel López Obrador, pues consideró que su captura era “una simulación” del combate a la corrupción.
En un mensaje publicado en su cuenta de Twitter, el ahora presidente de México, aseveró que el exgobernador de Veracruz se trataba de “un chivo expiatorio” y que el pueblo no se conformaría con esa aprehensión, pues consideró que el pueblo quiere la caída del PRIAN.
Detienen a Duarte para simular que combaten la corrupción. Pero el pueblo no se conforma con chivos expiatorios, quiere la caída del PRIAN.
— Andrés Manuel (@lopezobrador_) April 16, 2017
Ahora, tres años después, López Obrador señaló que el juicio contra Emilio Lozoya, exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) es un parteaguas, “un antes y un después” en el combate a la corrupción, sin embargo, consideró que éste “va a tener ciertas consideraciones”, porque lo que se busca es conocer más sobre los ilícitos y “quiénes recibieron mordidas”.
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¿Así o más ridículo?
Y es que tras 11 horas de comparecencia, Emilio Lozoya dijo muchas cosas, entre ellas se declaró inocente y acusó que fue presionado e intimidado para cometer algunos delitos que le imputa la Fiscalía, pero nunca dijo nombres. Sin embargo, por lo mientras estará libre de pisar la cárcel y eso lo tiene muy, muy, muy feliz... como dice el presidente.