Tras un parcial fracaso en su labor de negociación con el gobierno estadounidense, el canciller mexicano Marcelo Ebrard aseguró que uno de sus más grandes triunfos, si no es que el único, fue la “separación” de las problemáticas económicas y migratorias.
“En lo que lleva este gobierno han sido el momento más difícil, la negociación fue muy tensa. Un objetivo primordial fue separar las dos esferas, por un lado lo migratorio y por otro la económica… El tono era de ultimátum, nos recibieron con el reporte de mayo, con una cifra superior de 140 mil personas, a fines de este año estarían llegando más de un millón”.
Durante su participación en la conferencia matutina de este día, Ebrard aseguró ambos gobiernos coincidieron en que mezclar ambos temas o utilizar al comercio como moneda de cambio podría representar un riesgo para la economía de la zona.
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“¿Qué ganamos?, primero que no hay tarifas origen, no hay una amenaza de tarifas en 90 días, punto dos, migración se separa de comercio, regresamos cada cosa a su mesa, si se juntan los dos, para nosotros es peligrosísimo”, concluyó el canciller.
