Un reportero del diario El Sol de México localizó ayer por la tarde al líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Carlos Romero Deschamps, mientras comía en el Mesón de Puerto Chico, a unos pasos del Monumento a la Revolución.
Durante unos minutos platicaron sobre la situación por la que atraviesa Petróleos Mexicanos (Pemex), el combate al robo de combustible y las supuestas investigaciones en su contra por este delito.
En ese sentido, el reportero le recordó a Romero las declaraciones que dio el presidente Andrés Manuel López Obrador esa misma mañana sobre las investigaciones en su contra por la supuesta denuncia que lo ligaba al robo de combustible.
Ante ello respondió: “No tengo miedo”.
Sin embargo, Romero Deschamps dejó los cubiertos en la mesa y le dijo al reportero que era un inoportuno y que lo dejara comer tranquilo.
El reportero le preguntó: “¿Parece que hay una cargada de otros medios en su contra?”, a lo que respondió Deschamps:
“No soy el diablo, después van a decir que quiero matar a Jesucristo”. Además, reiteró que no tenía miedo de que lo investigaran, de ser lo contrario, aseguró, “no andaría tan tranquilo comiendo en un lugar público como este”.
Después, el reportero de El Sol de México lo cuestionó sobre la estrategia que emprendió la actual administración sobre el robo de combustible, a lo que respondió.
“El sindicato petrolero se solidariza con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su valiente lucha contra la corrupción en Pemex y se suma a los esfuerzos de su gobierno para terminar con la corrupción e impulsar un nuevo modelo de eficiencia, transparencia y honestidad en la producción, suministro y distribución de combustibles”, dijo Carlos Romero.
