¿DESAFUERO? O… EL TIRO POR LA CULATA

@pepecontreras_m

Al presidente Andrés Manuel López Obrador y a su brazo ejecutor, Alejandro Gertz Manero, les podría salir el tiro por la culata en su intento por que sea desaforado el gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca, para que sea sometido a proceso penal.

Si la obediencia ciega de los diputados federales de Morena y de sus rémoras en San Lázaro lleva a retirarle el fuero al gobernador, éste no quedará a disposición de la Fiscalía General de la República de inmediato.

De acuerdo con el artículo 28 de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, en caso de ser desaforado, el asunto de Cabeza de Vaca se debe remitir al Congreso de Tamaulipas para que “en ejercicio de sus atribuciones proceda como corresponda y, en su caso, ponga al inculpado a disposición del Ministerio Público federal o del órgano jurisdiccional respectivo”.

Ese “en su caso” significa que el Congreso de Tamaulipas puede decidir si pone a disposición o no a Cabeza de Vaca ante las autoridades de procuración e impartición de justicia.

El asunto llegará a un Congreso local en donde tiene mayoría el PAN, el partido al que pertenece el gobernador a quien se pretende desaforar y que, por lo observado en los últimos días, cuenta con todo el respaldo del panismo no solo a nivel estatal sino a nivel nacional.

Ni la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos ni la Constitución de Tamaulipas señalan exactamente qué debe hacer el Congreso local cuando reciba de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión un expediente con el desafuero del gobernador.

La única referencia al tema viene en un breve párrafo contenido en el artículo 152 de la Constitución local, que señala: “Por lo que toca al Gobernador del Estado, sólo habrá lugar a acusarlo ante el Pleno del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, en los términos del Artículo 151, resolviendo con base en la legislación penal aplicable”.

Es muy probable que el eventual expediente con el desafuero del gobernador Cabeza de Vaca se quedara varado en ese pantano de ambigüedad que es el marco jurídico en la materia a nivel federal y a nivel estatal.

Ni la legislación federal, ni la estatal contemplan algún procedimiento que debe llevar a cabo el Congreso de Tamaulipas para darle trámite a un expediente de desafuero en contra del gobernador, y, muy importante, tampoco se define un plazo fatal para hacerlo.

Con todo esto a su favor, el Congreso de Tamaulipas podría enviar el asunto a la congeladora o podría elegir darle un lento trámite para que, a final de cuentas, la decisión de poner o no al gobernador a disposición del Ministerio Público o del órgano jurisdiccional correspondiente, se someta a votación, se imponga la mayoría panista y Cabeza de Vaca quede absuelto.

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Estamos hablando de un proceso largo y engorroso que correrá a la par de las campañas electorales y durante el cual el gobernador de Tamaulipas jugará el papel de víctima de la “Cuarta Transformación”, que decidió perseguirlo políticamente.

En lugar de quitarle votos al PAN, la 4-T lo fortalecerá aún más debido al manejo mediático que el gobernador, su partido y sus aliados electorales, harán de esta victimización política.

El presidente de la República busca darle oxígeno electoral a Morena mediante la persecución política del gobernador Cabeza de Vaca, pero, si el proceso avanza, las cosas les podrían salir al revés a él y a su fiscal carnal, Gertz Manero.

OFF THE RECORD

**PREMIO A LA OBEDIENCIA

En mayo del 2019, Josefa González-Blanco retrasó un vuelo en la Ciudad de México porque se le hizo tarde. La grosería que sufrieron el resto de los pasajeros de ese vuelo le costó su salida de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Pero casi dos años después, el presidente nombró a González Blanco embajadora de México ante Gran Bretaña.

Se trata, a todas luces, de un premio a la obediencia ciega.

**VAN SOBRE EL AUDITOR

No había salido de la Oficialía de Partes la carta del presidente López Obrador en que pide que se investigue al titular de la Auditoría Superior de la Federación, David Colmenares, cuando éste ya había sido citado en San Lázaro.

Los diputados fueron tan expeditos en cumplir con la instrucción presidencial, que Colmenares fue citado a la de ya, es decir, para el próximo lunes.

El presidente no le perdonará al auditor la exhibida que le dio al dar a conocer los resultados de la revisión de su primer año de gobierno.

El mensaje es aterrador: pobre de aquel que se atreva a señalar las inconsistencias del gobierno federal.

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