Demócratas de utilería

En el teatro, la utilería es todo aquello utilizado para aparentar una adecuada escenografía. En política –como en el teatro–, tanto la utilería como la escenografía son esenciales para aparentar, engañar o simular.

Por eso, no resulta descabellado decir que la política es una formidable puesta en escena y que, los políticos, resultan acabados actores; que lo mismo representan una farsa que una comedia.

Y viene a cuento porque luego del 5 de junio fuimos testigos de formidables actuaciones, espectaculares puestas en escena y no menos aplaudibles comedias.

Una de ellas estuvo a cargo de los más acabados histriones; Ricardo Anaya y Agustín Basave, jefes nacionales del PAN y del PRD y quienes exhibieron en sociedad a “los nuevos héroes” de la democracia mexicana.

Sin pudor, sin vergüenza y –sobre todo– sin memoria llamaron “héroes de la democracia” a los gobernadores electos de Quintana Roo, Durango, Veracruz, Puebla y Chihuahua, como si nadie conociera sus respectivos historias, pecados políticos y su probado priísmo y lopezobradorismo.

Y es que según Ricardo Anaya, los señores Carlos Joaquín, de Quintana Roo; José Rosas Aispuro, de Durango; Miguel Ángel Yunes, de Veracruz; Antonio Gali, de Puebla y Javier Corral, de Chihuahua, son los “héroes de la democracia” que llegaron para derrotar “a los malos gobiernos del PRI”.

¡Sí, aunque usted no lo crea!

Sin embargo, lo que el jefe azul olvidó fue el origen priísta de cuatro de esos gobernadores electos y el probado lopismo del último.

¿De verdad se puede considerar “héroes de la democracia” a Miguel Ángel Yunes; acabado producto del viejo PRI, de su corrupción, antidemocracia y cuya fortuna es de escándalo? Decirle héroe a Yunes ofende la memoria del recién fallecido Luis H. Álvarez, verdadero héroe de la victoria cultural del PAN y a quien Anaya ignoró.

Decirle héroes a Rosas Aispuro ofende la historia del PAN, no solo por el origen priísta del de Durango, sino por sus presuntos vínculos criminales. Decirle Héroe a Carlos Joaquín es insultar la lucha de miles de panistas que dieron a vida en la calle y que hoy son olvidados por el oportunismo de un priísta de rancio abolengo.

¿Ya olvidó Anaya que Antonio Gali viene del PRI y que se alió con lo más rancio del PT? ¿Ya no recuerda Anaya que Javier Corral es el más efectivos aliados de AMLO contra el PAN y que por eso le llaman “el más moreno de los azules”?

Dice la conseja popular que el poder “atonta a los inteligentes y vuelve locos a los tontos”.

Las locuras de Anaya lo retratan de cuerpo completo.

Y confirman que es un demócrata de utilería.

Al tiempo.

Tomado de Milenio