DEL HUEHUEHTEOTL A LA BIOÉTICA DEL TRIAJE. EL DESTINO DE LOS ANCIANOS

En la sociedad Mexica la vejez comenzaba cuando un hombre alcanzaba los 52 años, entonces la  persona era respetada por la comunidad y se describía como: cano, de carne dura, era antiguo de muchos días, experto, que había experimentado muchas cosas y ganado muchas cosas por sus trabajos. El buen viejo tenía fama y honraba, era persona de buenos consejos y castigos; contaba las cosas antiguas y era considerado persona de buen ejemplo.

Ser viejo no equivalía a la exclusión de la sociedad; por el contrario, los viejos seguían activos y en ellos recaía la tarea de concertar los matrimonios, las ceremonias religiosas, a más de interferir con sus consejos en los asuntos del trabajo, la familia y la guerra, pues se tenían muy en cuenta su experiencia y sus conocimientos acumulados en un siglo de existencia (Fray Bernardino de Sahagún en Historia General de las Cosas de la Nueva España).

Sin embargo, este nuestro antepasado dejó de tener sentido la semana anterior en que se da a conocer  el documento denominado “Guía Bioética de Asignación de Recursos de Medicina Crítica”, documento que tiene como propósito establecer los lineamientos de asignación de recursos para hacer frente a la pandemia de COVID-19.

El documento es una guía para la toma de decisiones de triaje —-selección y asignación de tratamiento a pacientes—-, cuando una emergencia de salud pública genere una demanda en los recursos de medicina crítica que no es posible satisfacer. 

La guía esta basado en el principio de “salvar la mayor cantidad de años de vida” en donde de manera automática las personas a los que les quedan menos años de vida —los viejos—, quedan descartados de poder recibir la atención médica si compite en dicha demanda con algún o algunos pacientes más jóvenes. 

Pareciera que la única manera de poder recibir la atención es ganar el volado, cual?; el que establece la guía en el inciso 2.4: 

“En caso de que exista un empate en el puntaje de priorización entre dos o más pacientes el proceso para resolverlo será el siguiente. En un primer momento se deberá de recurrir al principio vida-completa. Ello quiere decir que pacientes más jóvenes han de recibir atención de cuidados intensivos sobre pacientes de mayor edad.

“Si recurrir al principio de vida-completa no desempata a los pacientes entonces la decisión sobre quién recibirá acceso a los recursos escasos deberá de tomarse al azar (por ejemplo, lanzando una moneda)”.

La Guía en sí y el manejo que le dan las autoridades a la misma resulta terrorífica y desesperanzadora para las personas de la tercera edad, sector de la población que de acuerdo con las proyecciones del INEGI, en 2019 había un aproximado de 16 millones 179 mil adultos mayores mexicanos; mismos que corren el riesgo de quedar sin atención médica.

Las personas de la tercera edad o adultos mayores pasaron de ser  los viejos buenos y sabios, de la sociedad Mexica; o los os Huehuehteotl, el dios anciano de la cultura Maya, a ser ciudadanos de desecho en los que pareciera, no se deben de gastar recursos médicos en situaciones críticas como la que se espera por el COVID-19.

Lo paradójico de la situación es que el presidente de este país junto con la mayoría de los integrantes de su gabinete son personas que se encuentran dentro de la clasificación de adultos mayores pero que seguramente ellos ya tendrán, reservada su atención médica para que en caso necesario, no tener  que ser sujetos del “triaje”.

Nuevamente el gobierno de este país discrimina a un sector de la población, el primero fue y siguen siendo las mujeres, la niñez,  y ahora son el sector de la población de adultos mayores.

En la sociedad Mexica también existía el mal viejo, el cual era descrito como quien fingía mentiras, era borracho y ladrón; era caduco y fanfarrón, mentía y fingía.

¿La sociedad Mexica cómo describiría al mandatario de este país, como el anciano sabio o como un mal viejo? La pregunta queda abierta…