¡DÉJESE AHÍ NIÑO! LA MASTURBACION INFANTIL

Dra. María Elena

El balanceo, ejercer presión de los muslos uno contra otro, frotamiento de los genitales, chupeteo del pulgar, escarbarse la nariz, retención de la expulsión fecal son las diferentes actividades a la que los niños recurren con la finalidad de experimentar un placer erótico.

La masturbación se define como toda actividad auto-erótica que tiene como fin procurarse cierta cantidad de placer por medio de la descarga de la excitación sexual y que es considerada por los especialistas como una actividad normal en la niñez.

La masturbación atraviesa por diferentes etapas a lo largo de la infancia. Se inicia con la lactancia en actividad auto-erótica de chupar la cual se traslada también al chupeteo del pulgar, la mano o incluso uno de sus pies.

Posteriormente, con el control de esfínteres, el menor ubica el placer en el retener o expulsar la orina y las heces a voluntad y no cuando mamá le pide que lo realice en el baño.

Así hasta llegar a las actividades auto-eróticas ubicada en los órganos sexuales, caracterizadas por el frotamiento de los genitales en una acción directa con las manos o mediante balanceos cuando están sentados o mediante la presión de ambos muslos.

Las actividades auto-eróticas dirigidas a los genitales, es el tipo de masturbación que de siempre han generado mucha inquietud en los adultos —-padres y maestro—-, quienes ejercen una  severa prohibición de la actividad, dando paso así a una serie de alteraciones en el desarrollo psicológico del menor.

La inhibición de la masturbación trae como principal consecuencia una inhibición no sólo en la capacidad de aprendizaje del menor sino también en la curiosidad que lleva al ser humano en general a querer saber y conocer sobre el mundo que lo rodea —impulso epistemofílico—.

Esta prohibición también puede dar paso a una serie de síntomas tales como la presencia de tics nerviosos, ansiedad, dificultades para socializar y como consecuencia el aislamiento.

Por el contrario, si la prohibición no es muy severa, el menor va a poder por sí solo encontrar actividades sustitutivas de la masturbación —-sublimar—-, como los juegos de luchas en donde los niños terminan abrazándose más que golpearse.

Igualmente los juegos bélicos que se caracterizan por el manipuleo del rifle o pistola las que suelen tocar, enfundar, desenfundar más que disparar en contra de alguien. Los juegos con plastilina, el balero, las adivinanzas, también resultan ser sustitutivos de la actividad masturbatoria.

Es por esto que no resulta adecuado decirle al niño que se “deje ahí” de manera tajante cuando se encuentra en una actividad auto-erótica. Lo recomendable es proporcionaren una orientación haciendo que comprenda que la masturbación es una actividad que se realiza en la intimidad y evitando que se realice de manera compulsiva.

Por: Psic. Ma.Elena Salazar P.

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