El candidato presidencial de la coalición “Juntos haremos historia”, Andrés Manuel López Obrador, durante una reunión con organizaciones civiles y colectivos de víctimas del delito, invitó a los activistas Alejandro Solalinde y Javier Sicilia a encabezar los órganos autónomos de defensa de los derechos humanos.
En un evento realizado en el Museo Memoria y Tolerancia, el político tabasqueño presentó un decálogo para atender a las personas víctimas de violencia.
Una de sus propuestas consiste en cambiar la estrategia de combate a la inseguridad y atender las causas de este fenómeno mediante el combate a la pobreza, no a través del uso dela fuerza.
En otro punto importante indicó es el respeto a los Derechos Humanos, y que él como presidente sea el encargado de revisar a las 6 de la mañana los reportes de las corporaciones policiacas, para coordinarlas y que estén organizadas, así como fortalecer la comisión nacional de búsqueda de desaparecidos y terminar con la corrupción.
Uno de los puntos más destacables y polémicos es la invitación entre julio y diciembre de diversas personalidades como el secretario general de la ONU y el Papa Francisco para que le ayuden a resolver la situación de violencia en el país.
Lo que olvida López Obrador es que el Papa Francisco, en su calidad de Jefe de Estado no puede intervenir en los asuntos internos del país.
Además, AMLO olvida el carácter “juarista” de su discurso. Y es que uno de los postulados más importantes de Juárez fue la separación de estado y la iglesia.