Debate CDMX: ¿Ejemplo de qué no hacer en el presidencial?

Es así como el INE apuesta por una serie de tres debates novedosos, con formato ágil, una interacción interesante entre los contendientes y moderadores

Entre peleas y algunas propuestas “creativas” y estrafalarias para resolver la seguridad y el problema con el agua en la Ciudad de México, los siete candidatos pudieron “sacar los trapitos al sol” de algunos contrincantes, proponer y hasta ponerse sensibles.

Cámaras de seguridad, una eficiente procuración de justicia, más transporte y el combate a la falta de agua en la capital del país fueron los “lugares comunes” en el primer #DebateChilango –sí, habrá dos más–.

Lo anterior estuvo presente durante pocos minutos en las casi más de dos horas de discusión. Lo demás fueron acusaciones interminables, el embarrarse de lodo uno al otro y las propuestas “creativas” de los aspirantes a la Jefatura del Gobierno de la CDMX.

A pesar de las preguntas del moderador, Javier Solórzano, quien en algún momento hasta intento ser “gracioso”, la interminable discusión debe ser una llamada de atención para que el primer debate presidencial del próximo domingo no resulte igual de lamentable.

Tal impacto negativo causó el #DebateChilango de este miércoles que el consejero electoral del INE, Marco Antonio Baños dijo estar en la lógica de “aprender de lo que vimos en el debate de los candidatos la jefatura del Gobierno de la CDMX, por lo que dependerá de los moderadores presenten las propuestas, y que respondan lo que es”.

A diferencia de la discusión capitalina entre candidatos, el primer debate presidencial abordará temas de Seguridad Pública y Violencia, Combate a la Corrupción, Impunidad, Democracia, Pluralismo y Grupos en Situación de Vulnerabilidad, los cuales se distribuirán en tres segmentos.

Habrá dos bloques, de los cuales en el primero se privilegiará la interacción entre los moderadores y los aspirantes, y en el segundo se registrará la interacción entre candidatos.

Es así como el INE apuesta por una serie de tres debates novedosos, con formato ágil, una interacción interesante entre los contendientes y moderadores, ya que retoma formatos de otros países. A diferencia del #DebateChilango hay expectativa en que el primer debate presidencial sea polémico y verdaderamente informativo en cuanto a lo que representan los candidatos.

Asimismo, al contar con tres moderadores —Azucena Uresti, Denise Maerker y Sergio Sarmiento— se espera neutralidad y verdaderos cuestionamientos que expongan la verdadera capacidad de los contendientes.

Por cierto que, los aspirantes no sabrán la ronda de las preguntas ni quien los cuestionará, hasta el momento de la discusión, el próximo 22 de abril en punto de las 20:00 horas en cadena nacional.

El formato de los próximos debates entre los candidatos presidenciales, tiene el objetivo de ser más dinámicos en el que los moderadores –por primera vez desde 1994– podrán interrumpir a los asistentes.