El Partido Encuentro Solidario (PES) decidió impugnar la elección en 269 de los 300 distritos electorales en donde hubo elección de diputados federales el pasado seis de junio.
Con esta acción, el fallido satélite de Morena da a entender que hubo irregularidades en la gran mayoría de distritos, ninguno de los cuales fue capaz de ganar.
Lo que pretende el PES con esta decisión de risa loca es que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ordene el recuento de votos en todos esos distritos, a fin de que un nuevo cómputo les permita recuperar el registro.
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En las pasadas elecciones, el PES obtuvo un millón 352 mil 544 votos, lo que representa el 2.7 por ciento, tres décimas menos del 3 por ciento que se requiere como mínimo para conservar el registro.
Al impugnar casi la totalidad de los distritos, el PES busca el milagro de obtener esas tres décimas de punto porcentual que le permita sobrevivir, volver a tener acceso a las millonarias prerrogativas y volver a ser comparsa de Morena en el 2024.
Lo que hace el PES con esas impugnaciones es dar patadas de ahogado, con la pretensión de ganar en la mesa lo que no pudo ganar en las elecciones.
Pero lo único que conseguirá es poner a trabajar de más a los magistrados del TEPJF, los cuales tendrán que desahogar una por una esas 269 impugnaciones presentadas por un solo partido, algo que ni siquiera hizo el PRD de Andrés Manuel López Obrador en el 2006.
