Ante el latente temor de perder la Presidencia de la República el próximo año, Morena ya cuenta con un “Plan D” con el cual buscan retener y ampliar su poder.
Luego que la Cámara de Diputados rechazó la reforma constitucional en materia electoral- con la cual le permitiría controlar las elecciones de 2024-, y la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó su “Plan B” – el cual consistía en un paquete de reformas para modificar y desmantelar al Instituto Nacional Electoral (INE), el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció su “Plan C” el cual consiste en que el partido guinda gane el próximo año la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y así se aprueben sin problema sus reformas constitucionales.
En ese sentido, dentro de Morena ya planificaron un “Plan D”, el cual consiste en hacerse de la mayoría de los congresos estatales y con ello asegurar el control del Constituyente Permanente.
En decir, la Cuarta Transformación va por “el carro completo”, término con el cual se refería a que el PRI predominaba en la mayoría de los puestos de poder.
De modo que las coaliciones obradoristas locales quieren llevarse todo en los comicios de 2024: conservar el control que detentan en 20 congresos estatales, arrebatar los ocho que domina el Frente Amplio por México (FAM) y conseguir ventaja en tres donde mantiene empate con la oposición.
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De las múltiples batallas electorales que se librarán en 2024, la segunda más grande es la renovación de mil 88 curules de 31 legislaturas locales, en las que Morena y sus aliados tienen mayoría por sí mismo en trece, mientras que en siete la conforman con sus partidos aliados: PVEM y PT, además de versiones locales de fuerzas políticas que fueron nacionales, como el Partido Encuentro Social (PES), Redes Sociales Progresistas (RSP) y Fuerza por México (FPM). Además detentan mayoría simple en nueve y mayoría calificada también en nueve. En dos, son la primera minoría.
En cuanto a los partidos del FAM ―PAN, PRI, PRD―, éstos controlan ocho de los 31 congresos locales que serán renovados: en cinco tienen mayoría calificada y en tres mayoría simple.
En tres de las legislaturas en disputa, opositores y oficialistas van por el desempate: en Tamaulipas tienen representaciones equivalentes; en Michoacán, la diferencia es de uno; en Jalisco el oficialismo es tercera minoría, apenas un poco atrás del FAM.
Obradoristas tienen 51% de las curules
En términos numéricos generales, Morena y aliados tienen a la fecha 562 diputados locales, lo que representa el 51.65 por ciento de las curules estatales que se renovarán el próximo año, mientras que los partidos que conforman el Frente Opositor agrupan a 384, es decir, 35.29 por ciento.
Los restantes 142 diputados, que representan el 13.06 por ciento, se distribuyen entre otras fuerzas políticas, incluyendo partidos locales y legisladores independientes.
En 2024 será la primera vez que haya elecciones concurrentes de asambleas parlamentarias locales en un número tan elevado, prácticamente en todas las entidades federativas, salvo en Coahuila, que en junio pasado eligió a sus nuevos diputados locales, los cuales entrarán en funciones el 1 de enero próximo, y donde los frentistas se quedaron con 19 de los 25 bancos de la legislatura estatal.
Además, el próximo año serán renovados la titularidad de la Presidencia de la República, 628 posiciones en el Congreso federal (Cámara de Diputados y Senado de la República), nueve gubernaturas y más de 18 mil 639 cargos municipales y auxiliares.
En la distribución por partido, la cuota actual de los partidos de las coaliciones obradoristas se conforma de la siguiente manera:
Morena tiene actualmente 419 de ellas (38.58 por ciento); PVEM, 68 (6.25 por ciento); PT, 55 (5.05 por ciento); y con registro local, el PES, 10 (0.9 por ciento); FPM, cinco (0.4 por ciento); y RSP, cinco (0.4 por ciento).
En cuanto a la distribución partidista del FAM, la mayor representación la tiene el PAN, con 200 curules (18.38 por ciento); después está el PRI, con 147 (13.51 por ciento), y con la porción más raquítica está el PRD, que tiene 37 (3.4 por ciento).
El caso perredista es en verdad dramático: sólo tiene presencia en 13 entidades, y sus bancadas mayores están en Guerrero, donde tiene nueve curules, y Tabasco, donde tiene seis.
Respecto de Movimiento Ciudadano (MC), actualmente cuenta con 55 diputados locales, es decir, 5.05 por ciento del total. El partido naranja tiene exactamente la misma representación legislativa estatal que el PT.
Morena y aliados van por más de 20 congresos
De las asambleas locales que serán renovadas el próximo año, las coaliciones obradoristas tienen mayoría calificada en nueve entidades: Baja California, Baja California Sur, Chiapas, Hidalgo, Nayarit, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco y Veracruz.
Son las entidades en donde tienen mayor fortaleza, aunque en algunos se debe a mayorías confeccionadas sobre la marcha durante el desarrollo de las legislaturas en curso, por lo que difícilmente reflejan el mapa electoral.
El caso más reciente es el de Hidalgo, donde siete diputados electos por el PRI, primero formaron un Grupo Plural Independiente (GPI), a instancias del ex gobernador Omar Fayad, y finalmente se sumaron al PVEM, para que la coalición oficialista alcanzara la mayoría calificada.
Las nueve asambleas legislativas estatales donde las coaliciones oficialistas cuentan con mayoría simple son Colima, Puebla, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala, Ciudad de México, Zacatecas y Guerrero.
Adicionalmente, en dos legislaturas cuentan con primera minoría: Campeche y Morelos.
En la Ciudad de México dependen, para armar mayoría, de alianzas parlamentarias con diputados independientes o con grupos parlamentarios extrapartidistas formados en el transcurso de la legislatura.
Las mayorías simples menos sólidas con las que cuenta están en Zacatecas y Guerrero, donde Morena y aliados apenas superan a los frentistas por dos diputados, en ambos casos.
Frentistas apuestan por retener 8 plazas
El FAM tiene mayoría en ocho de los 31 congresos en disputa, y de ellos cuenta con mayoría calificada en cinco: Aguascalientes, Guanajuato, Yucatán, Querétaro y Nuevo León.
En los cuatro primeros el liderazgo es claro del PAN, pues aportó el grueso de las diputaciones en las que los frentistas dominan en dichas legislaturas. Pero en Nuevo León tienen un número parejo PAN y PRI, como ya se mencionó: 14 diputados cada cual.
En cuanto a las legislaturas en donde detentan mayoría simple, están las de Chihuahua, Durango y Estado de México. En la primera, la mayor parte de las curules las aportó el PAN, pero en el resto fue el tricolor.
De los ocho estados donde domina la oposición, en uno, Nuevo León, Morena no es retador, pues está en tercer sitio.
En el Estado de México, la legislatura estatal más grande, la distancia entre la coalición oficialista y los frentistas es de apenas tres diputados―34 contra 37―, además de que en la entidad el PRI, que era la fuerza más grande, atraviesa un proceso de absorción hacia Morena, después del ascenso de la gobernadora Delfina Gómez.
Morena y aliados tratarán de preservar su dominio en las 20 legislaturas donde actualmente lo tienen y de expandirlo a otras legislaturas estatales. A los frentistas no parece que les bastaría con mantener el control de los congresos que actualmente domina para presumir que remontaron. Y mucho menos les es deseable retroceder.
Con información de Milenio
MSA
