A pesar de los esfuerzos que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha hecho para asegurar que la actual administración es “austera”, la Cuenta Pública de 2022, documento que la Secretaría de Hacienda hace para informar el gasto presupuestal del gobierno cada año, denota todo lo contrario.
De acuerdo con este documento, el gobierno de AMLO durante 2022 gastó 507 mil 595 millones de pesos. Esta cantidad es un 7.2% más de la que los diputados aprobaron en el Presupuesto General de la Federación.
Uno de los problemas que enfrenta el informe de la Cuenta Pública, es la distribución de los datos, pues a simple vista hace creer que desde 2020 ha habido una reducción de gastos, sin embargo fue todo lo contrario, pues se gastó más de lo que se aprobó.
La distribución del gasto en 2022
La Cuenta Pública agrupa el gasto del gobierno en dos grandes rubros, el gasto programable destinado a bienes y servicios a la población; y el gasto no programable, el cual corresponde a las obligaciones financieras y federales que el Estado tiene.
Durante el 2022, el gasto programable representó un 75% de los recursos, lo cual equivale aproximadamente a 5 mil 709 millones de pesos, superando el 8.8% aprobado por la Cámara de Diputados. Este gasto adicional fue hecho de manera voluntaria por el gobierno de AMLO y no por obligaciones externas.
Ahora bien, ¿en qué se gastó todo ese dinero?, de acuerdo a este mismo estudio el gasto presupuestal de 2022 se puede agrupar en cuatro instituciones públicas:
- Las empresas productivas del Estado (Pemex y CFE) y las entidades de control presupuestario directo (IMSS e ISSSTE).
- Ramos generales los cuales no cubren una dependencia en particular y sirven para cubrir diferentes obligaciones.
- Los ramos administrativos como las diferentes secretarías del Estado.
- Los ramos autónomos como los poderes Legislativo y Judicial.
Dentro de esta agrupación se observa como las diferentes secretarías estatales son las que perciben la mayor cantidad del gasto presupuestal a diferencia de los poderes Legislativo y Judicial, los cuales perciben una cantidad menor, esto ha orillado a que algunos de estos organismos autónomos no puedan controlar sus funciones.
Esta distribución desigual del gasto presupuestal no solo impacta en los organismos autónomos, sino que también en aquellos al servicio de la población, pues el actual gobierno recortó el presupuesto destinado al sector salud donde se vieron afectados de manera principal los programas de vacunación y el apoyo administrativo a estas instituciones.
Por otro lado, la Cuenta Pública informa que los recursos destinados a la Energía y el Turismo fueron puestos en su mayoría en los proyectos implementados por la administración de AMLO como la Refinería de Dos Bocas y el Tren Maya.
Respectos a las instituciones autónomas se percibió que los recortes se dieron de manera puntual en la Fiscalía General de la República, pues este organismo tuvo un recorte de al menos mil millones de pesos, lo que dificulta aún más el ejercicio ante la impunidad.
Por su parte las empresas productivas del Estado también reportaron un gran aumento en sus gastos, sobre todo en el sector petrolero, el cual registró un aumento de más de 27 millones de pesos en el mantenimiento de las refinerías.
Es así que contrario a lo que el gobierno de AMLO ha predicado durante sus casi 5 años de gobierno, donde se afirma de manera constante que esta administración es austera, que una vez más se ha comprobado que no es así y que incluso se gasta más que en administraciones pasadas.
Igualmente es importante destacar que los gastos destinados a diferentes recursos, solo son repartidos de manera abundante entre los proyectos que para el gobierno de la Cuarta Transformación son prioridad como el sector militar, el petróleo, la infraestructura de este periodo y la CFE.
PV
Con información de Contra la Corrupción MX
