El robo de identidad en el primer semestre de 2015 se incrementó un 40 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior. Según cifras oficiales, el año antepasado se registraron 20 mil 168 casos y el pasado unos 28 mil 258. De acuerdo con el Senado de la República, los esfuerzos por frenar este delito han sido dispersos. Aún así, estados como Colima, el Distrito Federal, Estado de México, Tabasco y Nuevo León han adecuado sus códigos penales para imponer mayores sanciones.
En esta lógica, la senadora Martha Angélica Tagle presentó ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión una iniciativa para atender el vacío jurídico en el Código Penal Federal. De este modo se incorporaría al ordenamiento la figura del robo de identidad. Según la legisladora, el robo de identidad se ha convertido en la forma más común del fraude al consumidor en Internet, además “puede causar efectos depresivos en la economía, elevar los costes del crédito y reducir la confianza en el comercio electrónico”.
De hecho, se ha vuelto común que en las redes sociales, los delincuentes se hagan pasar por otra persona para captar niñas, niños y jóvenes que eventualmente caen en las garras de las redes de trata de personas. Esto, concluyó Tagle, “sitúa a la suplantación de identidad como un problema de alcance transfronterizo y trasnacional”.
