A pesar de la pandemia por Covid-19, en la comunidad de La Cacanicua, municipio de Tlalchapa, en Guerrero, padres de familia y autoridades permitieron que los niños regresaran a las aulas.
Previo a tomar clases, los niños, niñas y profesor se aplican líquido sanitizante en las manos y de manera obligatoria usan cubrebocas.
“No tiene mucho que comenzamos, fue como hace dos semanas. Estaban preocupados (los padres) por sus hijos porque no tenían clases, venía el maestro, ponía trabajo y no estaban aprendiendo, pues aquí, la mayoría de padres de familia no sabe leer, no sabe estudiar; entonces, lo que los niños necesitan es un maestro para que ellos puedan aprender a escribir y a leer”, dijo el profesor Alex Espinoza que paga el municipio.
A dicha escuela acuden alumnos de diferentes grados, de dos comunidades: La Cacanicua arriba y Cacanicua abajo. Además, el retorno a las aulas fue hace dos semanas, sin importar que el municipio de Tlalchapa haya reportado 41 casos de Covid-19, según la Secretaría de Salud federal.
No solo Jalisco decidió volver a las clases presenciales, pese a la pandemia.
Con información de Excélsior
JZ