Se supone que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha reiterado en muchas ocasiones que en México ya no se harán “gastos innecesarios” pues el país se encuentra en “austeridad republicana”, sin embargo, realizó un esfuerzo superfluo para traer al expresidente boliviano Evo Morales.
Con la justificación de que su vida corría peligro, Andrés Manuel no dudó en ofrecerle a Evo un lugar en el cual refugiarse ante las suposiciones de un fraude electoral en las pasadas elecciones en donde ni siquiera debió haber contendido.
Debido a las dificultades que se presentaron en Bolivia, un jet Gulfstream G-550, de las Fuerzas Armadas de México, tuvo la misión de viajar de la Ciudad de México a La Paz y de regreso, avión que tiene un costo de 55 millones de dólares y es, apenas, uno de los 72 que fueron puestos a la venta en las subastas federales pero que se siguen utilizando.
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Además del costo de la aeronave, habrá que contemplar el uso de combustible pues se trata de un viaje de un extremo al otro del continente por lo el viaje de Morales le costó al gobierno parte del dinero recaudado por la austeridad.
