En el último día del periodo extraordinario, el Congreso de Chihuahua decidió no aprobar una iniciativa enviada por el gobernador Javier Corral Jurado, por la que éste y otros tres funcionarios de su administración gozarían de escolta y autos blindados por los próximos cuatro años.
La decisión representó un machucón más del PAN para Corral Jurado, toda vez que el Congreso local está dominado por este partido.
En su iniciativa, Corral, quien dejará el cargo dentro de una semana, proponía reformar la Ley Estatal de Seguridad Pública para disponer que él, el fiscal César Peniche Espejel, y a los secretarios general de Gobierno Luis Fernando Mesta y de Seguridad Pública Estatal, Emilio García Ruiz, tuvieran escolta al menos durante los próximos cuatro años.
La iniciativa contemplaba que los citados funcionarios y el gobernador tuvieran acceso a un auto blindado, a “los escoltas que sean necesarios” y a dotación de gasolina durante el tiempo en que permanezca la protección.
Corral operó en los últimos días con diputados del PRI y algunos del PAN para intentar hacer aprobar su iniciativa durante un periodo extraordinario del Congreso local. Y aunque el asunto fue enlistado en el orden del día del pasado lunes, de último momento fue bajado y al no discutirse, quedó sin efecto.
La presidenta de la Comisión de Seguridad del Congreso, la panista Georgina Bujanda, comentó que le saldría muy caro al gobierno estatal entrante pagar la escolta de cuatro ex servidores públicos, entre ellos el ex gobernador.
Mencionó que no era posible ceder a la pretensión de Corral, sobre todo cuando por su mala administración dejará el estado con un déficit de 14 mil 500 millones de pesos.
Así que en una semana Corral se irá del Palacio de Gobierno de Chihuahua sin escolta, sin haber atrapado a César Duarte, sin escolta ni auto blindado y sin partido.
