En un evidente reproche al gobierno federal, el presidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, dijo este jueves que la impunidad y la corrupción frenan el progreso de México.
El representante de más de 36 mil empresas afirmó que dichos males se deben a la falta de la Fiscalía General de la República.
“Para decir en pocas palabras la importancia de contar con una fiscalía independiente: Ayotzinapa, Duarte y Anaya. Una investigación mal hecha, un perdón no merecido y una persecución no justificada”, declaró De Hoyos en lo que se asume como un reclamo contra lo que él considera fallas de la justicia mexicana.
Claro está que es deseable y necesaria una Fiscalía autónoma, que hasta el momento no se ha logrado porque todos los partidos políticos han evitado avalar las reformas necesarias. Sin embargo, en esta ocasión las críticas de De Hoyos resultaron infundadas.
El caso Anaya lo calificó como “una persecución no justificada”, en una clara insinuación de que el candidato presidencial —acusado de lavado de dinero— es víctima de un ataque para el que se usan las instituciones gubernamentales.
Tal parece que para el titular de la Coparmex las evidencias como documentos, videos y testimonios que dan fe de los delitos presuntamente cometidos por Anaya Cortés no ameritan una investigación.
Respecto al “al perdón no merecido a Duarte“, el funcionario —sin especificar a cuál— hizo referencia a alguno de los dos exgobernadores con ese apellido: Javier, de Veracruz y César, de Chihuahua, ambos acusados de desvío de recursos (y otros delitos). Sin embargo, ninguno ha sido “perdonado”, pues Javier está recluido, mientras que César se encuentra prófugo y ya se emitió la ficha roja para su captura.
