Conservadurismo de Mikel, una calca del de AMLO

El precandidato del PRI a la jefatura de Gobierno, Mikel Arriola, se hizo acreedor a una andanada de críticas –bien ganadas– por asegurar que en caso de triunfar en la capital del país, sometería a “consulta pública” no sólo la legalización de la marihuana con fines recreativos, sino además, derechos como la adopción por parte de parejas del mismo sexo, el matrimonio igualitario y el aborto.

La respuesta del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, no podría haber sido más contundente: se trata de derechos plasmados en la Constitución capitalina. Constitución en la que de hecho están recogidos los debates en que participaron representantes de todas las fuerzas políticas de la Ciudad de México. Y se trata de avances en los derechos de la comunidad LGBT sobre los cuales no se debe retroceder.

Sin duda, sería de extrañar que un candidato que aspira a gobernar la capital –ciudad que se autodefine como “la más progresista del país”, y se vanagloria de ir a la vanguardia en temas como el aborto y los derechos de la comunidad LGBT– no esté consciente de que la propuesta de someter a consulta esos avances en materia de derechos humanos equivale a un suicidio político.

Por eso, no suena descabellada la hipótesis de algunos trascendidos políticos, según los cuales, Mikel Arriola y el PRI apostarán por conquistar el voto de la derecha capitalina, en el entendido que el voto de la izquierda se lo repartirán Morena y el PRD.

Sabedores de que la de la jefatura de Gobierno es una causa perdida, Mikel y el PRI estarían a la caza del voto panista para alcanzar cifras aceptables en la capital y llevar agua al molino de José Antonio Meade. No se trata de una estrategia descabellada, pero no por ello menos reprobable.

Como bien dijo Mancera, en los avances en materia de derechos de las mujeres –aborto– y de la comunidad gay –matrimonio igualitario y adopción homoparental– no se puede retroceder.

El discurso y la estrategia de Arriola son muestra del conservadurismo de la clase política mexicana. Conservadurismo del que no escapa ningún partido; ni siquiera los que han criticado las recientes declaraciones del precandidato priista.

Perredistas y morenistas de la capital arremetieron en contra de Arriola, y recordaron que los derechos de las mujeres y  la comunidad LGBT en la capital han sido impulsados por la izquierda. Sí. Pero, ¿Acaso no el PRD está aliado con la derecha del PAN y Morena con la ultraderecha del PES? ¿Estos partidos van a impulsar la legalización del aborto, del matrimonio igualitario y de la adopción homoparental en todo el país?

Sin ir tan lejos: en abril de 2012, ante el pleno de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Andrés Manuel López Obrador –entonces candidato presidencial del PRD– prometió someter temas como el aborto y el matrimonio igualitario a consulta popular. ¿No es lo mismo que prometió Mikel Arriola?

Conservadurismo, sí. Del PRI y de todos los partidos.