El Congreso de la Ciudad de México, dominado por Morena, es el más caro del país, al grado de que cada diputado local nos cuesta a los capitalinos 26 millones de pesos al año. La pregunta es: ¿Los diputados valen lo que cuestan?
En el estado de México, la entidad vecina y la segunda más poblada del país, cada diputado local cuesta 13 millones de pesos al año, la mitad de lo que cuesta un capitalino.
Con menos diputados, el Congreso de la Ciudad de México tiene el doble de presupuesto que el del Edomex, ya que el primero maneja recursos por mil 744 millones de pesos al año, mientras que el presupuesto del segundo es de 985 millones de pesos.
El elevado presupuesto que maneja el Congreso capitalino es producto de las decisiones tomadas desde el gobierno central, encabezado por Claudia Sheinbaum, y por Morena, que controla todas las áreas políticas y administrativas del Poder Legislativo. ¿En dónde quedó la austeridad republicana?
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A la par que creció el presupuesto del Congreso de la CDMX, se redujo el de la Auditoría Superior de la capital, el cual sufrió un recorte de 20 por ciento para el presente año.
Lo anterior significa que Sheiunbaum prefiere destinar más recursos para mantener a los legisladores, al mismo tiempo que le quita capacidad de operación al órgano encargado de auditar a su gobierno.
Lo que cuesta un diputado de la Ciudad de México está muy lejos de lo que cuestan en otras entidades, como en Tamaulipas o en Yucatán, en donde cada legislador local cuesta cinco millones de pesos al año.
