Aprovechando el marco del Día del Trabajo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) decidió marchar y exigir “la abrogación sin simulación de la mal llamada reforma educativa”.
Fue Pedro Gómez Bámaca, líder de la sección 7 de la CNTE en Chiapas, el que llamó a crear un frente de resistencia social más grande que dicho gremio, con el fin de suspender las leyes estructurales del sexenio pasado.
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“La mal llamada reforma educativa si no es abrogada mediante la ruta parlamentaria, no nos queda otro camino que la ruta que la Coordinadora creó desde hace 39 años, sería en las calles compañeras y compañeros”, advirtió Gómez Bámaca.
También dio a conocer que los días 15, 16 y 17 de mayo la CNTE realizará un paro de 72 horas, con la intención de que se eche abajo la actual legislación educacional.
Otras de las demandas de la CNTE fue que se mejore el aspecto laboral de todos los trabajadores de la educación, empezando por no seguir “robando a través de la Afores”, que se aumente el salario de los profesores y “que los maestros cesados sean reinstalados y no reincorporados a sus plazas de trabajo”.
La Coordinadora también criticó que la reformas como la laboral y la Guardia Nacional hayan sido aprobadas con relativa facilidad, pero no haya sido el caso con la educativa.
Por su parte, Enrique Enríquez, líder de la sección 9 en la Ciudad de México, señaló que el magisterio disidente no busca el control de las plazas magisteriales, ya que éstas siempre han “sido otorgadas como control político por los titulares en turno de la Secretaría de Educación Pública”.
