La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) criticó el Paquete Contra la Inflación y Carestía (PACIC) del presidente Andrés Manuel López Obrador al señalar que a un mes de su implementación ha dado nulos resultados, ya que no ha logrado su objetivo de frenar el incremento de precios en la canasta básica de alimentos.
Cuauhtémoc Rivera, presidente de esta asociación, dijo que intentar contener los precios de los productos que integran la canasta básica de México no es fácil debido a que el mercado nacional es muy grande.
Además de que la República Mexicana cuenta con un piso comercial diferenciado entre sí, por lo que no resulta tan sencillo como proponer establecer precios máximos como pretende hacer el Gobierno Federal con su plan antiinflacionario.
“Establecer precios máximos en un universo de 24 productos que son de consumo básico y esencial en la dieta de los mexicanos, no es una tarea menor pues el mercado nacional es muy grande”, indicó.
Por otro lado, enfatizó que los precios de los alimentos en México siguen aumentando, y debido a ello los consumidores han optado por sacrificar la calidad de los alimentos al realizar sus compras.
“El huevo, cebolla, chile y aguacate, entre otros, cada vez se compran más por pieza y no por kilo, pues su costo ha superado el nivel de la inflación que es de las más altas de los últimos años”, expuso.
En ese sentido, explicó que los mexicanos han comenzado a surtir su despensa de grano a granel sin preferencia de marca, “no importando la merma y la mala calidad del producto, entre ellos, el frijol, arroz, azúcar, lenteja, cereales, sal, entre otros; hasta el alimento de mascotas ahora se compra a granel”.
Aun cuando el nivel de inflación desaceleró ligeramente para ubicarse en 7.58 por ciento durante la primera quincena de mayo, según el Inegi; esto no ha sido suficiente porque el aguacate se encuentra por arriba de los 100 pesos. Además de jitomate, naranja, huevo, siguen sin freno.
“Esta radiografía del abaratamiento del consumo describe la emergencia económica que se atraviesa por su debilitado poder adquisitivo y lo encarecido de los alimentos que en muchos casos obliga a abstenerse de comprarlo”, refirió.
Con información de El Economista y Debate
MSA
