Ecuador vive una crisis de seguridad, pero también política y social, desde hace años, y que explican, en parte, el por qué de los fallos del Estado (y de los gobiernos).
Desde 2019-2020, la crisis de seguridad de aquél país es multicausal, focalizada en varias regiones (y ciudades), con implicaciones regionales e internacionales cada vez mayores, cada vez más violencia, y con un Estado incapacitado para abordarla (importante hablar de Estado, y no sólo de gobierno).
El actual presidente Noboa ganó unas elecciones anticipadas hace 3 meses, como consecuencia de la dimisión del presidente anterior, tras años de crisis sociales. En esa campaña electoral fueron asesinados por sicarios diferentes políticos (incluido un candidato presidencial).
Crimen organizado en Ecuador
Históricamente la estructura criminal en Ecuador viene por las pandillas (que no maras, ni carteles, y esto es importante, no la liemos). Las principales han sido Los Lobos, Los Choneros o Los Lagartos.
El gobierno ecuatoriano ha señalado, de momento, a 22 pandillas (independientemente de su tamaño real) como organizaciones terroristas (y no es un cambio menor). Las 22 operan en diferentes zonas del país, y responde a la fragmentación histórica de las grandes, y la propia evolución de la criminalidad.
Unas operan a nivel muy local (incluso sólo en determinados barrios), otras tienen alcance departamental, otros operan en representación de unas terceras (alianzas), muchas de estas, además, tiene claros nexos con organizaciones criminales transnacionales (aquí entra México).
Como en otros países las organizaciones criminales locales en Ecuador han sufrido un proceso de continua fragmentación. Hay varias pandillas carcelarias y narcotraficantes, mientras operan como subcontratistas para organizaciones criminales extranjeras.
A diferencia de otros contextos (México, Centroamérica, Colombia, Venezuela, Haití) la crisis de seguridad en Ecuador no es por pérdida de control territorial (aunque está a esto de llegar a este punto).
El mayor salto cualitativo de la crisis de seguridad se dio cuando Ecuador se convirtió en uno de los principales centros de tráfico de drogas del mundo (y de interés de los grupos criminales transnacionales): Puertos de Guayaquil y Manta, y la provincia de Esmeraldas.
Ecuador el tercer país del mundo en decomiso de cocaína
En el Informe Mundial de las Drogas 2022 de la Organización no gubernamental y sin fines de lucro (UNODC) se informó que Ecuador era el tercer país del mundo en decomiso de cocaína.
El 90% de cocaína traficada por Ecuador se realizó por vía marítima y/o en contenedores (de ahí Guayaquil). Y aunque pueda parecer contradictorio esto es un éxito, porque significa que se han hecho cosas bien, pero obviamente hay una debilidad.
Desde 2021 la sucesión de motines carcelarios en Ecuador, la mayoría en las cárceles de Guayaquil, ha sido constante. Los enfrentamientos armados entre pandillas han provocado decenas de muertos, y ha confirmado la incapacidad del gobierno para frenarlas.
Que se escapen presos también es una constante (el último caso, Fito, el criminal más importante del país y líder de los Choneros, hace unos días). Hace años que las cárceles ecuatorianos no son controladas por el Estado. Aquí se da un significativo aumento del nivel de violencia por parte del crimen organizado.
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