¡CIRO, LOURDES Y ELENA PERSEGUIDOS POR AMLO!

Pero la persecución contra los críticos del régimen no terminó en el intento criminal contra Ciro y en la difamación contra Lourdes

A poco más de un mes del atentado criminal contra Ciro Gómez Leyva, nadie sabe quién ordenó el ataque y por qué razón pretendieron arrebatar la vida de uno de los periodistas más reputados de nuestro país.

Sin embargo, a partir de la solapada impunidad criminal en México lo más seguro es que durante la hegemonía de Morena en el poder presidencial nadie conocerá el móvil y menos el nombre del o los autores intelectuales del ataque atentado contra Gómez Leyva; un intento de homicidio que, por tanto, también quedará impune.

Y es que en el gobierno de López Obrador los periodistas críticos somos perseguidos por consigna y el mejor ejemplo del acoso del Estado por encargo a los críticos del poder es la columnista Lourdes Mendoza, calumniada, difamada y perseguida por orden de Palacio.

Aún así, contrario a la impunidad que prevalece en el caso de Ciro, lo que sí sabemos es que Lourdes no sólo no guardó silencio sino que en las próximas horas presentará el libro “Con la Frente en Alto, Testimonio Contra la Impunidad”, en donde documenta de manera valiente y puntual los intríngulis del juicio simulado contra Emilio Lozoya, a quien la periodista demandó por daño moral.

Pero como era de esperarse, Lozoya nunca probó la difamación lanzada contra Lourdes –ya que no existen pruebas–, en cambio la periodista detalló con documentos el pacto de impunidad entre el ex director de Pemex y la Fiscalía General de la República; un acuerdo ilegal avalado desde Palacio.

Pero ese es sólo el principio de la historia.

Y es que, paradójicamente, el prólogo del libro de Lourdes, “Con la Frente en Alto”, aparece bajo la firma de Ciro Gómez Leyva, quien de manera puntual lo define como el esfuerzo de una mujer, una periodista y una madre por impedir que su nombre sea manchado por el poder.

Así sintetiza Gómez Leyva el prólogo del libro de la periodista difamada por Emilio Lozoya: “limpiar, párrafo por párrafo, el nombre de una madre y periodista acusada sin prueba ninguna, pero con publicidad profusa. Calumniada en un teatro depravado, maldito”. (Fin de la cita)

Pero la persecución contra los críticos del régimen no terminó en el intento criminal contra Ciro y en la difamación contra Lourdes.

No, apenas en horas recientes la también periodista, Luz Elena Chávez, –autora del bestseller, “El Rey del Cash”–, denunció y documentó una persecución en su contra, ordenada por el presidente López Obrador, avalada por la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, y orquestada por Ernestina Godoy, la fiscalía general de la Ciudad de México.

La demencial persecución contra la autora de “El Rey del Cash”, es en realidad una venganza desde lo más alto del poder, ya que Luz Elena anunció la segunda parte de su exitoso libro de revelaciones sobre la cultura del ladrón presidente, López Obrador. 

Lo ridículo del tema, que no es más que la vergüenza de la farsa vengativa de Obrador y de la señora Sheinbaum contra sus críticos, es que la misma Fiscal encargada de esclarecer el atentado contra Gómez Leyva, es la responsable de fabricar presuntos contra Luz Elena Chávez.

¿Y eso qué significa?

Sí, queda claro que desde Palacio salen las órdenes para matar, para difamar, para calumniar, pero también para perseguir judicialmente a todo aquel que se atreva a cuestionar a esa moderna mafia llamada Cuarta Transformación y cuyo jefe es el mismísimo presidente López Obrador.

Sí, por eso el mandatario mexicano se ganó el título de “tirano del año” en el 2022.

Y es que no es ninguna novedad que desde Palacio se atenta contra la vida de los críticos, contra su dignidad, su nombre, su integridad y se les fabrican calumnias y delitos.

Crímenes como el orquestado contra Ciro Gómez Leyva, calumnias como la organizada contra Lourdes Mendoza y delitos como los fabricados contra Luz Elena Chávez.

Pero tampoco es una novedad. ¿Por qué?

Porque desde el 9 de mayo de 2018, a menos de dos meses de la elección que hizo presidente a López Obrador, aquí denuncié la persecución que se avecinaba contra los periodistas mexicanos.

Así lo dije aquel 9 de mayo de 2018, en mi renuncia a Milenio: “En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán les avisan a todos los mexicanos lo que será el trato oficial con los críticos en un gobierno de Morena; el que se atreva a disentir será linchado.

“Y seguro que hoy hay fiesta entre un sector de la prensa mexicana por el linchamiento contra Ricrdo Aleman, pero los que festejan no deben olvidar que los carniceros de hoy serán las reses de mañana.

“Y hoy pueden presionar con todo para que Ricardo Alemán sea despedido de todos los medios posibles, pero en el fondo los mandones de Morena van contra las libertades fundamentales de todos los ciudadanos.

“No callan a Ricardo Alemán –al que no callarán nunca–; lo cierto es que López Obrador y su pandilla dictatorial cancelas las libertades y la democracia mexicana toda”. (Fin de la cita)

Pasaron casi cinco años y el tiempo, siempre infalible, reveló a un presidente López Obrador no solo tirano, sino dictatorial, criminal y perseguidor de los críticos.

Sí, les guste o no, se los dije.

Al tiempo.