Cinco minutos de fama para la esposa y supuesta hija de “El Chapo”

Ahora resulta que Rosa Isela Guzmán –supuesta hija de Joaquín “El Chapo” Guzmán– es objeto de difamación. Y es que según dijo la mujer a Grupo Imagen Multimedia, ella no dio ninguna entrevista al periódico The Guardian y tampoco conoce al reportero José Luis Montenegro.

Rosa Isela –quien asegura que ya fue reconocida por “El Chapo” como su hija– advierte que mucho de lo que se publicó sí lo dijo, pero también dice que “la mayoría es falso”. Además sostiene que no sabía que la estaban grabando. Y es que la hija del narcotraficante, como la “Chimoltrufia”, así como dice una cosa, dice otra.

Lo curioso es que la señora Guzmán no explica por qué, de la nada, sale a los medios y dice ser la hija del “Chapo”, dice que el narcotraficante financió campañas de políticos y dice que existía un pacto entre el gobierno y el criminal, ¿será que busca sus cinco minutos de fama?

Como sea, mientras la supuesta hija del Chapo decide si acepta o niega sus dichos, la propia Rosa Isela admite que “tiene los pelos de punta por todo el desastre que se hizo”. Eso sí, también anuncia que por recomendación de los abogados de su papá, se quedará callada porque, de seguir como hasta ahora, quien saldría perdiendo es Joaquín Guzmán.

Curiosamente, el pleito parece quedar al interior de la familia del capo. Que si Emma Coronel –actual esposa del capo–, desconoce a Rosa Isela; que si Rosa Isela conoce a su madrastra; que si “El Chapo” enviaba cartas a su supuesta hija; que si el narcotraficante tiene más hijos; que si, que si, que si…

Como si se tratase de un chisme de la farándula, la madrastra y la hijastra parecen dispuestas a golpearse hasta con la cubeta –en los medios de comunicación– y se suman a la lista de distractores en el proceso legal que rodea a  Joaquín “El Chapo” Guzmán. Quien tras bambalinas, mientras el mundo entero intenta dilucidar si la que habla es –o no– su hija; negocia su extradición a Estados Unidos, impone sus condiciones y se resiste a permanecer en el penal de máxima seguridad del Altiplano.