Carlos Romero Deschamps renunció este miércoles a la dirigencia del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM). Con ello, deja dicho cargo luego de haber pertenecido 26 años, y que durante dicho tiempo ha estado envuelto en escándalos relacionados con la corrupción.
Lo que llama la atención aquí es que a finales de julio, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) congeló las cuentas bancarias del ex líder sindical y también las de su esposa, Blanca Rosa Durán, y las de sus tres hijos luego de que recibieron dos denuncias contra ellos que derivaron en una investigación por enriquecimiento ilícito.
En ese sentido, el diario Reforma reveló que la UIF solicitó información a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) sobre dichas cuentas ya que tanto Romero Deschamps y sus familiares se encontraban en calidad de investigados.
Debido a estas investigaciones fue que Romero Deschamps renunció al STPRM y dejó a Manuel Limón Hernández, tesorero de dicho sindicato, como su sucesor.
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Por todo esto, no hay que olvidar que este mismo truco lo utilizó el presidente Andrés Manuel López Obrador para presionar y obligar a Eduardo Medina Mora a renunciar como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
López Obrador aseguró que la venganza no es “su fuerte”, sin embargo tiene a su disposición varios instrumentos políticos que utiliza para presionar, atacar, obligar y doblegar a aquellas personas que se oponen a sus caprichos.
Con este modus operandi ¿no cree aún que estamos en frente de un dictador que quiere imponer su voluntad por las malas?
Con información de Diario 24 Horas y Sin Embargo
