Antes de que Andrés Manuel López Obrador asumiera su cargo como presidente de la República no mantenía relaciones muy estrechas con el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que en ese momento lideraba Juan Pablo Castañón.
De acuerdo con varias versiones, el rompimiento entre el mandatario y el CCE se debió a la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM); aunado a que por recomendación de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Grupo Salinas, el 14 de noviembre de 2018, López Obrador, anunció la creación del Consejo Asesor Empresarial, mismo que dirige el jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo.
Las dos determinaciones antes mencionadas del político tabasqueño, provocaron un distanciamiento con el CCE, que dirigió Castañón, ya que solo asistió a la toma de protesta de AMLO y ya no se reunió más con él.
Sin embargo, a mediados de enero de 2019 asumió el liderazgo del consejo, Carlos Salazar Lomelín; de antemano, el ex ejecutivo de la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma sabía que la relación con el presidente no sería la más cordial, pero poco a poco esta situación fue cambiando.
“Yo estoy convencido de que al presidente le interesa escuchar la opinión del empresariado, y por lo tanto tiene grupos asesores, podrá tener otros, podrá evolucionar y escuchar siempre, siempre, al que pueda y al quiera ofrecerle soluciones, al que le ofrezca propuestas, al que le plantee problemas, pero al final con el sentido de patriotismo que nos ha demostrado lo que quiere es buscar soluciones para crear un mejor México con un mayor bienestar”, dijo el 19 de enero de este año Lomelín.
CCE respalda política económica del presidente
Como dijimos líneas arriba, los lazos entre el CCE y López Obrador, con el paso de la administración, se han ido estrechando, al grado que este 26 de noviembre, el órgano de empresarios que dirige Carlos Lomelín le dio su visto bueno a la ratificación del acuerdo Comercial con América Latina y al Plan Nacional de Infraestructura.
“Lo importante es lo que viene, es muy importante este anuncio tenemos todas las bases para lograrlo, las secretarías están muy dispuestas, hay capacidad de financiamiento, todo está alineado para que para que empecemos un proceso muy diferente en el país”, enfatizó Lomelín, en una ceremonia que se llevó a cabo en Palacio Nacional.
Queda claro que los empresario, por conveniencia, difícilmente le dan la espalda a un titular del Poder Ejecutivo –en ocasiones habrá desacuerdos–, pero resulta complicado que sus nexos se quiebren, simple y llanamente, porque ambos pierden; sobre todo en proyectos de infraestructura, los cuales, por lo general, son muy lucrativos.
Con información de Excélsior y El Occidental.
