Caso de escoltas de Angélica Rivera; ¿montaje?

Eran las 15:00 horas tiempo local de Francia, lunes 6 de agosto cuando la primera Dama, Angélica Rivera se encontraba comiendo en un restaurante de la avenida Campos Elíseos junto a sus hijos, Sofía y Fernando Castro.

En ese momento, casualmente el periodista Francisco Cobos, quien también se encontraba vacacionando en aquel lugar vio a la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, por lo que decidió sacar su teléfono celular, acercarse a Rivera y captarla mientras compartía tiempo –como cualquier otra persona—con sus hijos.

De acuerdo con declaraciones realizadas a la agencia Apro, el corresponsal de la cadena Univisión, solamente quiso aproximarse y “saludar” a la primera Dama.

En el video que empezó a circular en redes sociales este martes, Cobos menciona:

“Estoy en un barrio cerca de los Campos Elíseos, aquí en París, Francia, ando de vacaciones. Paseando por aquí no saben a quién me encontré a Angélica Rivera, la Gaviota, la Primera Dama de México. Yo creo que anda de vacaciones con sus hijas. Me voy a acercar a ver qué es lo que pasa. ¿Ok?”, dijo el fotógrafo, en el video que compartió en sus redes sociales.

La imagen se corta y el hombre comienza a narrar lo que supuestamente sucedió:

“Lo que estaba aquí lo borraron dos hombres que se identificaron como militares mexicanos. No me permitieron acercarnos para grabar un saludo de la Primera Dama de México, Angélica Rivera. Me interceptaron e intentaron decomisar el teléfono celular. En el forcejeo lograron borrar algunas imágenes y amenazaron con llevarme detenido.

“Todo terminó luego de un rato de jaloneos, cuando les dije que no tenían jurisdicción en Francia, que podían llamar a la policía. Y que la calle era un lugar libre en un país en donde también hay libertad de expresión. Uno de los supuestos militares mexicanos, nos siguió durante cuatro cuadras y nos pidió de nuevo que borráramos todo lo que habíamos grabado”.

La imagen regresó y Cobos señaló que los sujetos le pidieron que se identificara y le insistieron que borrara video.

“Ahorita caminamos hasta acá, seis cuadras, porque teníamos miedo. Afortunadamente, aparte del video que yo grabé, hay otro que grabó Natalia, mi hija”, dijo Cobos y mostró lo captado por su consanguínea.

Efectivamente, la hija del fotógrafo pudo captar el momento en que intenta grabar a Angélica Rivera. Sin embargo, en ningún momento se ve que los sujetos que le impiden captar las imágenes forcejearan con él periodista y mucho menos, amedrentarlo con un arma de fuego, hecho que Cobos aseguró contundentemente.

La imagen se cortó y volvió la narración con letreros: “Mi hija de 15 años, asustada se resguardó tras un macetero y comenzó a grabar”.

Volvió la imagen: El fotógrafo estaba parado en el otro lado de la calle; hablaba con dos sujetos.

“La de negro es la Gaviota, las otras son las hijas”, dijo la joven que esperaba a su padre.

El fotógrafo caminaba con los sujetos. “Le están quitando el video”, dijo la hija. “Qué bueno que estoy grabando”, afirmó.

El padre continuó hablando con los sujetos. La imagen, casualmente de nueva cuenta se cortó.

Al ser una figura pública y, nada más y nada menos que la primera Dama de México, Angélica Rivera tendrá resguardo oficial ante cualquier tipo de amenaza que su equipo de seguridad crea conveniente. Asimismo, la privacidad de una persona es invaluable y un derecho inquebrantable.

Sin embargo, de ser o no un montaje preparado por Francisco Cobos en donde su video va a “negros” en diversas ocasiones, los escoltas no tienen derecho alguno a impedir –por lo menos—que el fotoperiodista capté imágenes desde la vía pública y, menos en Francia donde no tienen jurisdicción.