CASO COLOSIO, OTRA CORTINA DE HUMO

Revivir el caso le permitiría a López Obrador tener una exposición mediática positiva por su interés de “hacer justicia” y “esclarecer los hechos”

Al intentar revivir el caso Colosio, el presidente Andrés Manuel López Obrador tiende una nueva cortina de humo para distraer la atención de los temas de relevancia que afectan la vida nacional.

Al mismo tiempo, López Obrador pretende tener a la mano una bandera política que le permita fortalecer su imagen por si en marzo del próximo año se realiza la consulta popular sobre revocación de mandato.

De llevarse a cabo este ejercicio, la fecha del mismo sería el 27 de marzo, cuatro días después del asesinato de Colosio. Revivir el caso le permitiría a López Obrador tener una exposición mediática positiva por su interés de “hacer justicia” y “esclarecer los hechos”.

El asesinato de quien fuera candidato del PRI a la Presidencia de la República en 1994 fue investigado exhaustivamente por varios fiscales,  hasta llegar a la conclusión del último de ellos, Luis Raúl González Pérez, en el sentido de que hubo un solo autor material: Mario Aburto.

El pasado jueves, el presidente López Obrador afirmó que si él o su familia tienen algo que decir sobre su proceso “que signifique otra versión sobre los hechos”, el Estado mexicano lo protegerá.

No es más que demagogia pura, pues en el supuesto de que Aburto o cualquier otra persona tuviera elementos que llevaran a suponer que hubo una verdad histórica distinta a la del último fiscal, le correspondería investigar a la Fiscalía General de la República, no al titular del Poder Ejecutivo.

En octubre del 2004, Mario Aburto fue sentenciado a 48 años de prisión –posteriormente se redujeron a 45— al ser encontrado responsable de asesinar con premeditación, alevosía y ventaja a Luis Donaldo Colosio el 23 de marzo de 1994.

Recientemente Aburto presentó una queja en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la que alegó estar incomunicado, mientras que a lo largo de los 27 años que ha estado preso, ha denunciado varias veces ser víctima de tortura.

Como respuesta, la CNDH dirigió una recomendación a diversas autoridades para que garanticen el respeto a los derechos humanos de Aburto y le reparen el daño en caso de que se confirme que fue víctima de vejaciones.

De esa recomendación se colgó el presidente López Obrador para ofrecerse como quien puede reabrir el caso en caso de que el acusado o su familia aporten elementos para considerar que hay una versión distinta, que no conocemos, del caso Colosio.

OFF THE RECORD

**SÍ MARCHARÁN

El jueves de la semana pasada, el presidente López Obrador pidió a universitarios que no hagan el paro convocado para protestar por sus ataques a la UNAM y que mejor marchen.

Pero le tomó la palabra Adrián LeBarón, quien encabezará una marcha hacia Palacio Nacional para conmemorar el segundo aniversario de la masacre de Bavispe, en donde fueron asesinados varios miembros de su familia.

Esta marcha no le gustará al presidente.

**OTRA DE NIÑOS

A muchos de los integrantes de la “Cuarta Transformación” se les hace tarde por imitar las locuras de López Obrador.

El nuevo gobernador de  Baja California Sur, Víctor Castro Cosío, retiró los apoyos estatales para el Programa de Docentes Monitores, integrado por profesores que se encargan de acompañar a niños con discapacidad para que tengan acceso a la educación.

El desprecio se empieza a convertir en una característica inalienable de la “4-T”.

Correo: [email protected]

Twitter: @pepecontreras_m