Con el eslogan “primeros los pobres” Andrés Manuel López Obrador prometió que si ganaba las elecciones presidenciales ayudaría a los más necesitados y que les daría prioridades para hacerles justicia social.
Sin embargo, hemos visto que este sector de la población ha sido el más afectado por las ocurrencias y decisiones erróneas del mandatario tabasqueño, así como de sus recortes presupuestales, su austeridad republicana y la cancelación de programas sociales como el Seguro Popular.
Por ejemplo, estadísticas oficiales revelan que seis de cada diez víctimas mortales por la pandemia del coronavirus han sido pobres y personas de escasos recursos, debido a la desigualdad económica, la precariedad de más de la mitad de la población, porque no cuentan con protección social y por la limitada estrategia del gobierno mexicano para proteger el empleo y el ingreso familiar.
Incluso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que los pobres y los indígenas en México tienen el doble riesgo de fallecer por esta crisis sanitaria debido a la desigualdad y una deficiente estrategia para protegerlos.
Y para seguir demostrando que los pobres son los más afectados por la 4T tenemos datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) los cuales revelan que la carestía de la canasta alimentaria rural registró un fuerte aumento anual durante julio al llegar a 7.48 por ciento en un año, lo que significó pasar de mil 287.59 en julio de 2020 a mil 384 en el mismo mes de este año.
Mientras que la canasta alimentaria urbana se encareció 7.2 por ciento, lo que significó pasar de mil 688.57 pesos a mil 810 pesos en el mismo lapso mencionado.
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El precio de la canasta alimentaria es por mes y por persona, lo que significa que una familia de cuatro integrantes en zona urbana deberá de tener un ingreso mínimo de siete mil 240 pesos, sólo para cubrir la alimentación, por lo que estar debajo de ese nivel es una carencia y de ser así, se ubican entre los pobres que tiene el país.
La canasta alimentaria incluye, según el Coneval, productos como tortilla de maíz, sopa, pan blanco, pan dulce, pan de caja, arroz y otros cereales, asimismo carne de res, ternera y cerdo, longaniza, chorizo, jamón, pollo, pescado, leche, queso, yogurt y huevos.
Además de aceite, papa, verdura, cebolla, chile, jitomate, frijol, limón, manzana y perón; también, naranja, plátano, azúcar, miel, pollo rostizado, agua embotellada, jugos y néctares envasados, refrescos de cola y de sabores, asimismo de otros alimentos y bebidas consumidos fuera del hogar.
En tanto, la canasta no alimentaria, que incluye el gasto de una persona para cubrir sus necesidades básicas (excluyendo los alimentos) aumentó en un año para las zonas rurales 4.48 por ciento, mientras que para los urbanos fue de 5.89 por ciento, a mil 957 y mil 270 pesos, respectivamente.
Cabe recordar que hace dos semanas, el Coneval reveló que entre 2018 y 2020, es decir durante el gobierno de López Obrador, hubo un incremento de 3.8 millones de personas en situación de pobreza en México, al pasar de 51.9 millones a 55.7 millones de personas.
¿Esta es la justicia social que prometió AMLO?, ¿Esta era la transformación que tanto esperaban?, ¿Hasta cuándo se dará cuenta que lo único que le interesa a AMLO es volver a México un país pobre e ignorante para perpetuarse en el poder?
Con información de Latinus y Animal Político
MSA
