De acuerdo con los documentos obtenidos tras el hackeo a la Sedena, Adán Augusto López, entregó Tabasco a integrantes del crimen organizado.
Según las investigaciones de la propia Sedena, mismas que se revelaron tras el hackeo sufrido hace unos días, Adán Augusto en su calidad de gobernador de Tabasco entregó altos cargos a personas ligadas con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Los cargos son la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Policía Estatal. Estos quedaron bajo el mando de tres hombres que el Centro Regional de Fusión de Intelifencia (Cerfi) identifica como miembros del CJN.
Incluso, en los documentos se establece que uno de ellos es el “supuesto líder” del grupo en Tabasco, se trata de Hernán Bermúdez Raqueña, actual titular de la SSPC.
Un informe del Cerfi Sureste señaló que al menos tres líderes huachicoleros de la zona hablaron, en conversaciones privadas, de las presuntas relaciones entre el delincuente Benjamín Mollinedo Montiel, “Pantera”. Así como “el gobernador” López Hernández. Mollinedo era, entonces, un “blanco prioritario” de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), según el Cerfi, pues encabezaba la organización conocida como “La Barredora”.
