El nombre del hotelero sonorense Benito Astiazarán comenzó a dispersarse como eco en la Secretaría de Gobernación (Segob), de donde una fuente confiable afirmó a la redacción de La Otra Opinión que dicho empresario sería el dueño de la avioneta en la que se transportó Andrés Manuel López Obrador el pasado lunes.
El vínculo directo entre el político tabasqueño y el hombre de negocios de Ciudad Obregón habría sido Alfonso Durazo, a quien AMLO eligió para encabezar la Secretaría de Seguridad Pública federal (en caso de ganar la Presidencia el próximo 1 de julio).
Podemos confirmar que Durazo y Astiazarán tienen un nexo a través de Facebook, red social en la que son “amigos”, hecho que fortalece la hipótesis expuesta en estas líneas.
Además, la fuente que se acercó esta redacción relató que ésta no es la primera vez que Durazo conecta a políticos con los servicios aéreos de Astiazarán, pues lo hizo también en el 2000, cuando Francisco Labastida era el presidenciable del PRI y Durazo fungía como uno de sus hombres más cercanos.
Otro detalle que da fuerza a esta información, es que Durazo también realizó el controversial viaje en taxi aéreo que transportó AMLO el pasado 16 de abril entre Mexicali, Nogales y Guaymas. ¿Casualidad?
Esta versión se aúna a otras dos que han circulado en distintos medios de comunicación, de las cuales sólo el tiempo definirá como cuál es la verdadera.
En la primera de ellas se afirmó que el dueño de Grupo México y enemigo declarado de López Obrador, Germán Larrea, sería el propietario de la aeronave.
En la otra versión, más tardía, se asevera que que el nombre de la propietaria de la avioneta es Elvira González Pacheco, cuya aeronave sólo tendría permiso para usarse para fumigación y servicios fotográficos, de acuerdo con información difundida por el diputado panista Marko Cortés.
