En este espacio hemos hablado en infinidad de ocasiones sobre lo reprobables que son las amenazas -por parte de bots- en redes sociales en contra de periodistas, políticos, activistas y ciudadanos de a pie.
Se han mencionado y desenmascarado también las campañas armadas para atacar a tal o cual personaje, todo para conseguir que una agenda política domine la discusión en el espacio virtual.
Por esa razón, no vale más que aplaudir la iniciativa lanzada en Change.org, #BastaDeAmenazas, que tiene el fin de terminar con este tipo de comportamientos porriles en las redes sociales.
Lo que pretenden los creadores de esta proyecto es que, a través de las firmas, Twitter en México tome cartas en el asunto para evitar que más y más periodistas, políticos y activistas sean amenazados por hacer lo suyo.
Sin embargo, así como la iniciativa se merece un gran aplauso, también vale criticar que en el texto que acompaña la petición, sólo se condenan las amenazas a periodistas identificados con el sector de la llamada izquierda.
Es decir, que parece que la condena a ese tipo de acciones solo se puede llevar a cabo si los mensajes de odio son en contra de los periodistas amigos, o de aquellos que sólo concuerdan con sus ideas.
¿Por qué parece que las amenazas sólo son válidas si son contra los personajes a favor de la “causa” de unos cuantos?
