Esta tarde se registró un fuerte enfrentamiento entre grupos criminales y elementos del Ejército en diversos puntos de Culiacán, lo cual provocó el pánico entre la ciudadanía. Sin embargo, ha trascendido que todo esto se originó porque se detuvo a los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Derivado de ello, se desató una verdadera guerra en las calles de la capital de Sinaloa, por lo cual autoridades locales le indicaron a las familias que permanezcan en sus casa hasta que tengan el control de la situación.
En tanto, se han reportado múltiples detonaciones, bloqueos tanto en calles como en casetas de cobro, quemas de vehículos y una fuga en el penal de Aguaruto en donde al menos 20 personas escaparon.
Ante ello ¿qué ha hecho Andrés Manuel López Obrador al respecto?
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Esto sólo demuestra dos cosas:
1.- La cobardía de Estado ya que no ha sido capaz de hacerle frente a las bandas criminales; al contrario desacredita y le falta al respeto a las autoridades e instituciones de seguridad como lo ha hecho con la Policía Federal.
Además, López Obrador se esconde, evade esta responsabilidad, le echa la culpa a otras personas por sus torpezas y permite que los delincuentes hagan lo que quieran ya que los protege y los cuida con su famosa “Ley de Amnistía” .
2.- Que su gobierno es fallido, ya que su plan de seguridad y sus programas sociales no han servido para frenar los altos índices de inseguridad y homicidio que aquejan al país desde que tomó la Presidencia el 1 de diciembre del año pasado.
Por ello, en vez de utilizar la inteligencia del Estado y la fuerza pública para controlar estos problemas, sólo se ha dedicado a pregonar que con el “fuchi guacala”, “con chanclazos” y “acusar a los delincuentes con sus mamás” serían “la mejor solución” para mantener la paz.
Incluso, no hay que olvidar que Andrés Manuel ha dicho que el no utilizará el Ejército para cuidar a la ciudadanía ya que no quiere “reprimir al pueblo”. En ese sentido, en los últimos días no hay que olvidar que retiró a los miembros de la Marina en Guanajuato, esto como parte de su venganza en contra de los últimos bastiones del PAN.
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Y hablando de proteger a delincuentes… El pasado 18 de julio lamentó y se dijo conmovido por la sentencia de las autoridades norteamericanas a cadena perpetua al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera.
“Lamento mucho que se den estos casos, no quiero que nadie esté en la cárcel, que nadie esté en un hospital, que nadie sufra yo soy un idealista, creo en el amor y la fraternidad en la felicidad, soy humanista, no le deseo mal a nadie”, declaró AMLO en aquella mañanera.
Incluso, AMLO señaló que le preocupaba el dinero y los bienes del capo mexicano, quien aseguró que todo ello quería donarlo a las comunidades indígenas de México, por lo cual aseguró que haría un esfuerzo para recuperar dichos recursos.
“Me gustó la declaración, no sé si sea cierta, no puedo yo verificarlo, pero si es como salió en los medios, que un abogado expresa que Guzmán Loera quiere que su riqueza se entregue a las comunidades indígenas de México, yo lo veo bien, yo lo celebro”, dijo López Obrador el pasado 5 de septiembre.
Por último, no hay que olvidar que fue el propio mandatario tabasqueño le prometió a la madre de “El Chapo” Guzmán que le otorgaría los permisos, la visa y todo lo necesario para que viajara a los Estados Unidos y pudiera ver a su hijo.
Por todo esto ¿Este es el presidente que realmente necesita México, un presidente que se preocupa por proteger y ayudar a los delincuentes mientras permite que en el país se dirija rumbo a los peores niveles de inseguridad y una severa crisis económica y social?
¿México necesita un presidente que permite que el caos reine en las calles, que se violen las leyes sin que haya castigos y no haga nada para que prevalezca un Estado de Derecho?
