Tras declaraciones de un ex-porro de la Vocacional 7 del Instituto Politécnico Nacional, Julio M, se da a conocer como operan los grupos porriles dentro de las escuelas, apropiándose de espacios y amedrentando alumnos cuando las autoridades se los piden.
“Hacían los pedidos y El Marrano solo preguntaba qué cómo y con qué intensidad los querían y mandaba a los muchachos a hacer levantones de estudiantes y subirlos a los camiones”, detalló el testigo al periódico Excélsior.
Julio narra que nunca fue “bautizado” por el líder de la vocacional conocido como El Marrano, pero conocía los procesos de iniciación que consistía en ser embutidos en tambos con orines o dejar que les pegaran toallas sanitarias usadas.
El Marrano, era el líder de la porra matutina y en esos tiempos, contaba con un cubil dentro de la escuela que siempre se encontraba bjo llave. Durante sus dos años como porro, se enteró que el líder decía cuáles serían los nombres que aparecían en las listas de las autoridades como porro, además de pasar las listas a dirección escolar para que en sus boletas apareciera un seis: “Los ayudaban a pasar”, dijo Julio.
A los líderes les pagaban “por ir a hacer desmanes a los partidos”, señaló. Si bien, a ellos no les paganan directamente, se les invitaba a comer.
Algunos de los trabajos que debían cumplir eran hacer levantones de estudiantes y asistir a los juegos estudiantiles que se les invitaba. Además, asegura que los porros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) como el Instituto Politécnico Nacional (IPN) se conocían; “eran como abogados que se peleaban en el juicio pero afuera se trataban como hermanos”.
El especialista en movimientos sociales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Xochimilco, Alfredo Nateras, explicó: “hay autoridades escolares implicadas (…) las autoridades saben quienes son los porros, los ubican, incluso una parte de los políticos saben quienes están financiando a estos grupos, los identifican por filiación, por cómo se hacen en llamar, siempre han sabido”. Entonces, ¿aún dudamos que el próximo presidente puede estar coludido?
