Luego de las protestas por gobernadores panistas y por el mandatario electo de Jalisco, Enrique Alfaro Rodríguez, este día se dio a conocer que el gobernador el estado de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, también se encuentra en desacuerdo por la asignación de los “superdelegados”.
Aureoles insistió que de no interponer una controversia constitucional, incurriría en una grave omisión al pacto federal. “No puede haber una autoridad paralela a los gobiernos estatales”, complementó.
Para el gobernador poner en riesgo la soberanía del Estado y la vida de la República Federal no son temas pequeños, pues considera que se hace de menos la votación de los ciudadanos y, sobretodo, pone en duda la capacidad de los elegidos.
“No volveré a convocar a ninguna sesión de seguridad como la que se llevó a cabo el día de ayer. Fue realizada por cortesía y plena disposición para colaborar con el gobierno de la República, pero no sucederá de nueva cuenta”.
Declaró, además, que estas personas han enviado oficios convocando a fiscales, cuerpos de seguridad y comandantes tanto estatales como regionales. No obstante, Aureoles Conejo está convencido de que no pueden llamar a personal que, evidentemente, es desconocido para ellos.
Dijo que su gobierno ha intentado comunicarse con ellos, pero no ha recibido respuesta alguna , por lo que ya hizo el llamado a las autoridades judiciales a no participar en dichas convocatorias.
Amparándose en la ley, el Gobernador asegura que el personal designado a las superdelegaciones no cuenta con el perfil adecuado, cuestión que podría hacerle acreedor a una pena de hasta 8 años de cárcel.
Finalmente, Silvano Aureoles considera que el Gobierno Federal ha mostrado mucho deseo por regresar el centralismo más criticado a lo largo de la historia.
