Así las historias de “narco-políticos”

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Especial

¿Seguramente ya soy indeseable para muchos lectores de este y otros espacios periodísticos?

Y es que, con mucha frecuencia, regreso al mismo eslogan: “¿Se los dije?”.

Sin duda un eslogan que incomoda y molesta a muchos

Y es que, sobre todo, resulta más agresivo el llamado “¡se los dije!”, cuando resulta acertado.

Pero, por esa misma razón, hoy debo repetir el doloroso y necios: “¡Se los dije!”. Y es que, en noviembre del 2020 llegue a la conclusión de que no pocos políticos mexicanos no solo eran “narcos”, sino que el problema era ¿cuántos “narcos” estaban en la política?

Y, por eso, presenté aquí lo que hoy es noticia en no pocos diarios de México y del mundo: los vínculos del gobierno mexicano con las bandas criminales.

Sí, en el Itinerario Político del 4 de noviembre de ese mismo 2020, titulado: “Cuantos narcos son políticos y cuántos políticos son narcos?”, pregunte lo que hoy historia mundial.

Así lo dije: “No, no se trata de un juego de palabras. En los hechos es la confusa realidad en la que resulta difícil la diferencia entre narcotraficantes metidos a la política –y que están en todos los partidos–, y los políticos que aspiran al negocio de las drogas de autoconsumo.

“Y es que contrasta –y por ello resulta contradictorio–, que mientras muchos se escandalizan por la detención del alcalde perredista de Cocula, Erick Ulises Ramírez –quien departía con el jefe de los Guerreros Unidos–, los mismos escandalizados gritan voz en cuello –y con “el churro” entre los dientes–, que es urgente legalizar la siembra, cultivo y autoconsumo de mariguana.

“¿Sociedad bipolar, de cínicos, de “chimoltrufios” que como dicen una cosa dicen otra?

“No, la pregunta de fondo es otra. ¿Hasta dónde los narcotraficantes se han metido en los partidos, en los puestos de elección popular y en la política, y hasta dónde los políticos pretenden arrebatar a los narcotraficantes el negocio de la droga?

“Más aún. ¿Cuál es la diferencia entre un narcotraficante metido a la política –los hay del PRD, PRI, PAN y Morena–, y un político que además de ser consumidor de mariguana, cocaína o meta, promueve la legalización de la venta, cultivo y autoconsumo de mota?

“Otra duda. ¿Políticos y consumidores promoverán el cultivo y/o el proceso para fabricar cocaína, metanfetamina y chochos para autoconsumo, si es que la Corte o el Congreso legalizan el cultivo de mariguana para autoconsumo?

“Más. ¿Por qué políticos y consumidores sólo defienden la libertad ciudadana de producir mariguana para autoconsumo y olvidan la misma libertad ciudadana de producir y consumir otras drogas duras? ¿Harán la misma defensa para la coda, que la defensa de la mariguana?

“Acaso valdría la pena empezar por el principio.

“Es decir, preguntar a los promotores del libre cultivo y cosecha de mota –sean políticos, empresarios, académicos, intelectuales, periodistas, diputados, alcaldes, gobernadores, ministros de la Corte u opinantes–, o si son consumidores y/o adictos de alcohol, mariguana, cocaína o metanfetamina

“Sí, preguntar si su adicción interfiere en su postura a favor de la libertad de ser drogadicto o uno más de los llamados proveedores del autoconsumo de drogas?”. (FIN DE LA CITA)

Sí, de nueva cuenta el tiempo pone a los políticos en su lugar.

Sí, de nueva cuenta los políticos nos confirman que, de viejos –sea en el PRI, el PAN, el PRD o en el partido Morena–, son todo aquello contra lo que lucharon políticamente a los 20 años.

Así la política y el “narco”. Al tiempo.