El año que está por terminar fue nefasto para la niñez mexicana, la cual sufrió un sinfín de agravios derivados del pésimo gobierno y de la falta de interés del presidente Andrés Manuel López Obrador para apoyar a este sector de la población.
Entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año dos mil 37 menores de edad fueron asesinados violentamente, cifra que a estas alturas ya se incrementó, pues hay que agregar los homicidios de noviembre y diciembre.
Además, del 1 de enero al 7 de diciembre de este año se había registrado la desaparición de cuatro mil 328 menores, de los cuales, dos mil 785 son niñas.
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Entre enero y noviembre de este 2021 Estados Unidos deportó a 21 mil 763 niños mexicanos, la cifra más alta en una década, sin que las autoridades mexicanas hayan hecho algo por evitarlo.
A todo lo anterior hay que agregar el hecho de que el presupuesto para atención a la niñez fue pulverizada dentro del Presupuesto de Egresos del 2021, como se documentó en su momento en este medio.
Y hay que agregar también los agravios permanentes a la niñez producto del cierre de las estancias infantiles y el desabasto de medicamentos para el cáncer.
Definitivamente, la niñez no es una de las prioridades de López Obrador ni del gobierno de la autodenominada “Cuarta Transformación”.
JC
SG
