No sólo el acero recibió castigo por parte del gobierno estadounidense, también los productores de tomate denunciaron que su producto tiene que venderse más caro gracias a que se impuso un arancel del 17.5%.
Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que dicho impuesto está totalmente relacionado con la carrera política de un legislador del estado de Florida con el único objetivo de obtener ventajas electorales.
“En el caso del tomate hay intereses político-electorales en especial a la Florida con vinculación a un partido y a un legislador, nada más que no podemos meternos en asuntos de otros países”, explicó.
Y es que los productores exigen al Gobierno Federal que intervenga en esta decisión ya que, evidentemente, ha afectado la exportación de su producto, tanto que se calcula que las pérdidas pueden llegar a los 350 millones de dólares anuales.