Durante su campaña, Andrés Manuel López Obrador prometió que regresaría a los militares a los cuarteles.
Incluso, en marzo de 2017 calificó como “absurdo” y “criminal” usar a las Fuerzas Armadas para combatir a la delincuencia.
Sin embargo, una vez en el poder, le ha asignado múltiples tareas a los soldados y marinos – cómo la construcción y administración de sus megaobras, la repartición de sus programas sociales clientelares, la administración de una aerolínea, vigilancia de puertos, resguardo y reparto de vacunas contra el Covid-19, la construcción de sucursales del Banco del Bienestar, la reforestación de árboles como parte del programa Sembrando Vida, la distribución de fertilizantes, la remodelación de hospitales- y se ha apoyado en el “pueblo uniformado” para rescatar su gobierno fallido, corrupto, autoritario y criminal.
Por ello, el mandatario tabasqueño ha buscado pretextos para justificar la militarización de la vida pública del país; asimismo ha protegido al Ejército de crímenes que ha cometido, como desligarlo del caso Ayotzinapa.
“Cambié de opinión (sobre regresar a militares a los cuarteles), ya viendo el problema que me heredaron (…) ¿Cómo enfrentar el problema de la inseguridad? Estoy absolutamente convencido que la paz es fruto de la justicia y eso es la base de la política de seguridad. Pero, imagínense, qué íbamos a hacer con la Policía Federal, porque de la Policía Federal salieron todos los que están en la cárcel o acusados de tremendas violaciones a Derechos Humanos”, declaró el pasado 6 de septiembre de 2022.
Para reflexionar acerca de este tema tenemos la columna de Raúl Trejo Delarbre que se titula “Humanismo militarista” en donde explica la diferencia entre humanismo y militarismo y el por qué no pueden congeniar.
“La reflexión crítica y el desarrollo científico, que requieren plena libertad, en ocasiones llegan a ser agraviados por el despotismo de intervención militar. El conocimiento y la ciencia se apoyan en la diversidad y la circulación de ideas. El militarismo, se sustenta en el dogma del pensamiento único. Humanismo y militarismo se repelen”, escribió.
Por otro lado, recordó que gobierno anteriores han usado a los militares para combatir los altos índices de criminalidad que se han registrado en el país.
Sin embargo, apuntó que la intervención del Ejército en las calles no siempre ha ayudado a disminuir la inseguridad; cómo ejemplo expuso los abusos y crímenes en los que han estado involucrados los militares.
“El combate a la delincuencia no puede realizarse con delicadeza, pero la presencia en las calles del Ejército, o de fuerzas sujetas a control militar, siempre implica riesgo de abusos. La desatención a los protocolos o la inexistencia de ellos, propicia atropellos e ilegalidades”, dijo.
Ante este contexto, criticó que AMLO esté impulsando la militarización en la estructura del Estado Mexicano.
“Cuando se habla de “humanismo militarista” se soslayan las extralimitaciones, la disciplina compulsiva y el autoritarismo que siempre están presentes cuando se desbordan los ámbitos de actuación naturales para las fuerzas armadas”, concluyó.
A continuación puede consultar el texto completo.
Con información de El Financiero y La Crónica
MSA
