Gracias a la desesperación que sufren los campesinos por los “retrasos” del Gobierno obradorista para la entrega de fertilizante, se reportó que varios de ellos saquearon una bodega de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) en donde se encontraba almacenado el producto.
El hecho ocurrió en Atoyac de Álvarez, en el estado de Guerrero, y testigos afirman que los trabajadores del campo acordaron tomar los bultos de fertilizante ya que “los servidores de la nación no llegaron para dialogar”.
Hasta el momento, los propios campesinos afirman que por lo menos mil 400 de ellos no han recibido el abono y que las fechas de entrega que les habían indicado las autoridades ya caducaron desde hace mucho tiempo, incluso aseguran que ya les deberían de entregar producto doble.
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Por su parte, la líder estatal de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), Pilar Campos Tapia, explicó que tras el cierre de entregas el pasado 6 de agosto, muchos de los trabajadores ni siquiera fueron atendidos pues ningún representante de la Sagalmex acudió para intercambiar sus vales.
