Ante estudiantes de la Universidad Iberoamericana, Ricardo Anaya, sorteó sin contratiempos su visita, donde Enrique Peña Nieto vivió un “viernes negro” el 11 de mayo de 2012, siendo candidato presidencial.
En clara referencia a esos hechos, el aspirante de la coalición Por México al Frente, inició su diálogo con la comunidad universitaria advirtiendo que él no se iría al baño y aseguró que, hace seis años, esta universidad dio una lección de dignidad y de esperanza en pleno proceso electoral.
Cuestionado por estudiantes y por el periodista Jorge Ramos, Anaya Cortés aseguró que no está interesado en una declinación por parte de José Antonio Meade, ni un acuerdo con el presidente Peña, de cara a los comicios del 1 de julio.
“No me interesa ser el candidato de la continuidad de este gobierno. Yo aspiro a representar un cambio profundo, algo totalmente diferente”, comentó.
Anaya salió de la Ibero entre un tumulto que quería saludarlo. Sin embargo, metros más adelante se topó con una decena de estudiantes que protestaron en su contra. “Mentiroso, doble cara ambicioso, ese es Ricar K-Anaya”, decía una cartulina que levantó un alumno.
