Andrés Manuel López Obrador ordenó el despliegue de 20 aeronaves de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la fuerza aeronaval de la Marina con capacidades de espionaje, vigilancia nocturna y ataque contra criminales al robo de combustible, siendo la primera vez que ambos cuerpos aéreos son utilizados para dicho fin.
“Cuando se detecta actividad, las aeronaves entran en comunicación vía VHF con las tropas en tierra, facilitando la coordinación o la concurrencia al punto donde ellos pueden observar un punto donde hay robo de hidrocarburos”, indicó el jefe de la Sección Tercera, Mario Arturo Fuentes Guevara.
De acuerdo con información de Milenio, esta flotilla está compuesta por 20 aviones (14 para la FAM y 6 de la Marina) y helicópteros para vigilar los tramos de los ductos considerados en “focos rojos”, es decir, los que han sido más afectados en cuanto al robo de combustible, y por su papel estratégico en el abastecimiento de Ciudad de México y su área conurbada.
Los focos rojos son los tramos Tuxpan-Azcapotzalco, Tuxpan-Tula y Tula-Salamanca (estados de Veracruz, Puebla, Tlaxcala, Hidalgo y Querétaro).
Para vigilar los más de 2 mil 700 kilómetros de los 11 ductos, la Sedena ha recurrido a uno de sus aviones más avanzados, el King Air 350ER, equipado con tecnología de última generación y capaz de realizar sobrevuelos nocturnos y detectar movimiento desde 15 mil pies de altura.
