Una de las cosas que ha cumplido el presidente, Andrés Manuel López Obrador, desde el inicio de su administración es cambiar el nombre a diversos programas sociales y/o instituciones, como queriendo borrar de la memoria a los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
La primera en “transformarse” fue la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que ahora se llama Secretaría del Bienestar y dirige María Luisa Albores González.
Otro que también mutó fue el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), pues en esta “Cuarta Transformación” paso a ser Banco del Bienestar del Pueblo. En este desaparecieron los 32 delegados que lo administraban por entidad y sólo se asignó a uno.
Asimismo, AMLO fusionó Liconsa —que se encarga del abasto de leche— y Diconsa —que abastece alimentos—, y ahora se llaman Seguridad Alimentaria Mexicana (Selgamex), con la que se está buscando que los más necesitados tengan acceso a la canasta básica.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), tampoco se salvó, ya que fue renombrado como Consejo de Humanidades Ciencia y Tecnología (Conahcyt), y ahora la preside María Elena Álvarez-Buylla, la cual se ha visto envuelta en varias polémicas, como poner funcionarios sin la experiencia requerida.
Una institución de reciente creación, pero que ya sustituyó a las Fuerzas Armadas en las tareas de seguridad civil, es la Guardia Nacional, la cual está integrada por elementos del Ejército, la Marina y la Policía Federal. Que no cuenta con mando civil, a pesar de que en la Constitución así quedó establecido.
Pero como a el político tabasqueño le gusta el teatro, decidió cambiar el Sistema de Enajenación de Bienes (SAE) —mismo que está descentralizado del Sistema de Administración Tributaria (SAT)— a Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado.
Esta “nueva” institución tiene como tarea concentrar los recursos y bienes decomisados a la delincuencia organizada. Incluso, organiza subastas de estos, donde lo recaudado se destina a diversas localidades de bajos recursos del país.
En la forma cada uno de estos institutos cambio, pero en el fondo siguen haciendo lo mismo, pero con una gran diferencia, los recursos se administran de manera diferente, pues en la mayoría es de manera directa, sin ningún intermediario, como antes.
AMLO tanto tardó en llegar al poder, que cuando lo consiguió poco a poco ha ido eliminando el legado de sus antecesores.
