Morena presentó el día de ayer la iniciativa de revocación de mandato en la Cámara de Diputados, la cual propone que la participación de los ciudadanos sea obligatoria para remover al Presidente de la República, siendo este mismo quién podría impugnar el resultado de la consulta popular ante la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Dicha consulta procederá si al menos 33 por ciento de los ciudadanos que representen los votos válidos emitidos en la elección en la que el Presidente fue electo, lo solicita ante el Congreso de la Unión, y será el Instituto Nacional Electoral (INE), quien estará a cargo de su organización, desarrollo, cómputo y declaración de resultados.
Cuando el INE declare la revocación del Presidente, éste contará con un plazo de 30 días naturales para objetar dicha declaratoria ante la Sala Superior del TEPJF. De lo contrario, será la Sala superior del Tribunal electoral la que declare la revocación del mandato del Presidente de la República, quien tendrá 60 días para dejar la presidencia.
Por consiguiente, “se nombrará un presidente sustituto en los términos establecidos por el artículo 84 de la Constitución y la legislación aplicable”, mencionó Merary Villegas.
Es decir, que en caso de que los ciudadanos determinen en las urnas remover de la presidencia a López Obrador, éste podría impugnar ante el Tribunal Electoral, que se ha vuelto su cómplice a través de decisiones que han beneficiado a Morena.
Es importante enfatizar, que por lo menos en cinco ocasiones en el último mes, el TEPJF ha beneficiado al partido guinda con sus decisiones.