AMLO se niega a informar sobre gastos de transición; INAI lo llama a cuentas

Andrés Manuel López Obrador ha prometido desde campaña y después del 1 de julio la “Cuarta Transformación” de México. Habla del combate a la corrupción como una de sus prioridades cuando presidente; sin embargo, no ha proporcionado información sobre los gastos que él y su equipo realizan tras su triunfo en las elecciones ni de los recursos que empleará para su llamada “gira del agradecimiento” por el país.

Luego de más de un mes de opacidad, el presidente electo ya ameritó un pronunciamiento del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) por el hecho de que el Fideicomiso de Transición 2018 es sujeto obligado de transparencia.

El fideicomiso está contemplado en el artículo 3, último párrafo del Decreto del Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal vigente, el cual autoriza 150 millones de pesos. Los recursos son para cubrir los trabajos y actividades del presidente electo y de su equipo de asesores con el fin de preparar las condiciones iniciales en su cargo.

Sin embargo, a principios de julio, López Obrador y su equipo advirtieron que no utilizarían esos recursos.

El pasado 9 de agosto, al concluir un encuentro con Enrique Peña Nieto en el Palacio Nacional, pregunta expresa de un reportero de Proceso respecto al dicho recurso, AMLO dijo que analizaban la mejor forma de emplear el dinero, el cual podría ser utilizado para el pago de estudios técnicos, como el del Tren Maya.

Cabe aclarar que, la constitución del fideicomiso se efectuó el 28 de junio, con la Secretaría de Hacienda como fideicomitente y Banjército como fiduciario. Es decir, éste administra los fondos, que ya habían sido transferidos y estaban disponibles para el 20 de agosto, cuando inició formalmente la transición.

Desde entonces López Obrador ha realizado al menos seis viajes: el 27 de agosto a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, y en lo que va de septiembre ha ido a Monterrey, a Villahermosa, Tabasco, a Palenque, Chiapas, a La Paz, Baja California y a Guadalajara, Jalisco. No hay ni un sólo dato sobre esos gastos.

Aunado a lo anterior, se prevén más recursos para las consultas propuestas por el presidente López en cuanto al destino del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM), los estudios que mandó a realizar sobre el mismo, así como la encuesta respecto a la Reforma Educativa.

El semanario Proceso reporta que ha solicitado “reiteradamente” y de manera infructuosa una entrevista a Irma Eréndira Sandoval, anunciada como próxima secretaria de la Función Pública, desde el 22 de agosto.

Mientras tanto, el INAI advirtió que el fideicomiso era sujeto obligado de transparencia, en la plataforma correspondiente la sección fideicomisos no arrojaba ningún resultado; ni por la vía legal ni por la comunicacional, el equipo de transición ha dado información sobre lo que está haciendo.

Hay que recordar, que como jefe de gobierno de la capital del país, AMLO intentó clasificar como reservados los contratos relativos al segundo piso del Periférico. Entre los contratos que el gobierno de López Obrador intentaba mantener en la opacidad en aquel tiempo estaba uno signado con José María Rioboó, el empresario que participa en el opaco equipo técnico que ahora analiza las opciones para el NAIM.

Un ejemplo más reciente fue el de su paso por la dirigencia de Morena entre noviembre de 2015 y diciembre de 2017, cuando prácticamente no dio a conocer información precisa sobre diversas acciones que por ley debía hacer públicas.

La opacidad contrasta incluso con la transición del gobierno de Felipe Calderón al de Enrique Peña Nieto en 2012, pues en ese entonces, se colocó un micrositio para transparentar los gastos de la transición, que permanece disponible para consulta desde septiembre de 2012 hasta hoy.

Habrá que explicarle a don Andrés Manuel que, para combatir la corrupción, es más importante la transparencia que su ejemplo. El cual siempre ha sido de total opacidad.