Escapista consumado, el presidente Andrés Manuel López Obrador se volvió evadir del escándalo por el hecho de que varios de sus cercanos colaboradores aparecieron en los Pandora Papers por esconder dinero en paraísos fiscales.
López Obrador recurrió a lo que más le ha funcionado: creó una nueva cortina de humo, ahora con el cuento de que la senadora del PAN, Lilly Téllez, había hecho un llamado a que le faltaran al respeto si acudía a la entrega de la Medalla Belisario Domínguez.
La treta le volvió a funcionar. Desde el pasado lunes todo mundo habla de la polémica entre López Obrador y Téllez, y ya pocos se ocupan del hecho de que varios personajes cercanos al presidente estén señalados por operaciones financieras dudosas.
Entre los personajes cercanos a López Obrador involucrados se encuentra el ex consejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer Ibarra, quien aparece vinculado a una estructura offshore y a un departamento ubicado en Miami Beach, Estados Unidos.
Otro más es el senador de Morena, Armando Guadiana Tijerina, quien en marzo del 2007 creó The Hawaii Trust, un fideicomiso que resguarda 50 mil acciones de Atlantic Industries International Limited, una empresa ubicada en las Islas Vírgenes Británicas.
Se trata del mismo senador que hace una semana pidió a la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda que investigue las cuentas de la UNAM y de otras universidades públicas.
En los Pandora Papers, una investigación periodística internacional, también aparecen con conductas similares el secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis Díaz, y Julia Abdala, pareja sentimental del director general de la CFE, Manuel Bartlett Díaz.
Abrir cuentas bancarias en paraísos fiscales no es necesariamente una conducta delictiva, pero sí puede ser parte de una estrategia para evadir impuestos en México o para lavar dinero.
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Hace algunas semanas, López Obrador declaró que depositar dinero en esos llamados paraísos fiscales es por lo menos “inmoral”.
Sin embargo, cuando se supo que varios de sus cercanos habían incurrido en esta conducta trató de minimizar el hecho y luego recurrió a lo mismo de siempre: inventar lo de las supuestas amenazas de Lilly Téllez que, según él, le impiden que acuda al Senado a la entrega de la Medalla Belisario Domínguez.
La realidad es que desde hace tiempo López Obrador decidió no acudir al Senado para no tener que tomarse la foto junto al líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, quien juega en estos momentos el papel de corcholata rebelde de Morena.
Pero el presidente aprovechó la coyuntura y con el cuento sobre Lilly Téllez mató a dos pájaros de un tiro: encontró la forma de justificar su ausencia en el Senado y creó una cortina de humo para tapar el escándalo de los Pandora Papers.
OFF THE RECORD
**MAGIA DE LA “4-T”
La “4-T” se encontraba en un dilema: darle la Medalla Belisario Domínguez a la senadora de Morena Ifigenia Martínez, o post morten al médico Manuel Velasco Suárez.
Y encontró la solución: ¡¡A los dos!!
Morena necesitaba hacer un guiño al coordinador de los senadores de Partido Verde, Manuel Velasco Coello, pues necesita los votos de este partido.
Así que como por arte de magia, Morena hizo aparecer una segunda medalla Belisario Domínguez para entregarla al abuelo del senador Velasco.
**EL PRI, HACIA EL SUICIDIO
El dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, está uniendo a una buena parte de la sociedad y de la oposición…pero en su contra.
En redes sociales, cientos de miles de ciudadanos le pidieron al PRI que no rompa la alianza opositora al respaldar la contrareforma eléctrica de López Obrador.
Pero Alito respondió que su partido no tiene prisa ni se dejará presionar.
El PRI se encamina hacia su suicidio.
Correo: [email protected]
Twitter: @pepecontreras_m
