Durante el reporte de seguridad, en la mañanera de este martes, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador reconoció que es difícil el combate a la inseguridad y la violencia.
El mandatario sostuvo que no ha sido nada fácil, pues reconoció que existe un aumento de delitos en el país, mientras dijo que uno de los objetivos principales de su gobierno es pacificar al país y disminuir la violencia — cosa que no ha pasado en lo que va su gobierno–.
“No ha sido fácil porque ha habido una tendencia a la alza en delitos en general con pocos elementos instrumentos para enfrentar el problema de la inseguridad, de la violencia, hemos iniciado de cero, no había elementos de seguridad”, dijo.
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López Obrador no perdió la oportunidad de criticar y culpar a gobierno anteriores, específicamente el de Felipe Calderón, y lanzó un mensaje en referencia a Genaro García Luna.
“Ya saben ustedes lo que sucedía con la Policía Federal, en el caso del Ejército, la Marina, no podían actuar legalmente en el tema de seguridad pública, había mucho contubernio (…) estamos avanzando y estamos seguros de que vamos a poder”, mencionó.
La pregunta aquí es: ¿Sirven la reuniones de seguridad? ¿Donde que quedó el plan de “abrazos, no balazos?
