De acuerdo con uno de los capítulos del libro “El Rey del Ca$h. El saqueo oculto del presidente y su equipo cercano”, durante su segunda campaña presidencial, Andrés Manuel López Obrador recibió “una cantidad impresionante de regalos que le daban en las giras” como libros, sarapes artesanales, cinturones, playeras, camisas, muñecos, vasos, platos, paraguas, patos de suela de cuero, entre otros.
También recibió obsequios costosos como “camionetas ‘machuchonas’ de medio millón de pesos que compraban con las aportaciones o que eran obsequios de los muchos ‘quedabién’ para acercarse al líder perredista y salir con la promesa de convertirse en candidatos a presidentes municipales, legisladores o gobernadores”.
Además, le enviaban guayaberas bordadas a mano por artistas indígenas. Se trataba de modelos de “manga larga y cuello Mao”.
“En temporada decembrina, la casa de campaña se convertía en un malí gringo, con enormes canastas llenas de los vinos más finos, atunes, semillas o mermeladas. También llegaban relojes de marca o chamarras de piel de ternera (algo que me irritaba mucho por ser defensora de los animales) con los “atentos saludos” de funcionarios, diputados, empresarios o legisladores, dueños de televisoras y radiodifusoras deseándole todo el éxito del mundo por ser tan “buen ser humano” con los jodidos del pueblo bueno”, se expone en el libro.
Por otro lado, se señala que hacía López Obrador con los regalos que recibía.
“Las camionetas de la gira se convertían en taxis particulares para transportar los obsequios. Primero al departamento de la colonia Del Valle, donde López Obrador vivía con Beatriz (Gutiérrez Müller), y luego a la casa de Tlalpan, cuando decidieron que con el nacimiento de Jesús Ernesto debían tener por lo menos una recámara más”, relata Elena Chávez.
Te puede interesar | “El Rey del Cash”: Delfina Gómez es la recaudadora estrella de AMLO
En otro capítulo, se señala que Andrés Manuel remataba algunos de los regalos en una especie de venta de garage.
“Un día que fui a la casa de campaña para comer con César Yáñez me encontré con la sorpresa poco agradable de ver el garaje de la casona convertido en un puesto de artículos para vender. Había de todo: libros, sarapes artesanales, cinturones, playeras, camisas, muñecos, peluches, vasos, platos, paraguas y hasta zapatos duros de suela de cuero, que nadie quería. ¡No podía creerlo! Los modestos obsequios que recibía el abanderado presidencial estaban a la venta de nueve de la mañana a seis de la tarde, y como gancho decían que eran artículos pertenecientes al popular político tabasqueño”.
Chávez agrega que algunos de los “buenos regalos” que AMLO recibió “se los dieron a César (Yáñez), sobre todo guayaberas que no le quedaban al candidato por estar pasado de peso”.
En el relato plasmado en ‘El Rey del Cash’, Elena Chávez confiesa que siempre se preguntó cuánto dinero podía obtener Alejandro Esquer de la venta de garage de los regalos.
Agrega que en caso de que los regalos no se vendieran “lo debían hacer los propios empleados contratados para la campaña, algo así como los moches que nos quitaban cuando el tabasqueño fue jefe de gobierno de la Ciudad de México”.
Con información de El Financiero
MSA
