El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) reaccionó como niño regañado, es lamentable y contraria a los protocolos de la diplomacia, afirma Jimena Reyes, directora para las Américas de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH).
Así se le consideró a la reacción de la presidencia de México a la resolución de condena del Parlamento Europeo por la violencia a periodistas y defensores de derechos humanos.
“Lo sorprendente es la reacción, me parece que tiene un tono poco oportuno, no es el habitual de diálogo entre regiones, países. Usar palabras como hipocresía, colonialismo, panfleto, no es oportuno. Lo que se hubiera esperado es que dijeran que el gobierno mexicano está preocupado por la situación de los asesinatos, destacando las cosas que están haciendo. Muy sorprendente, fuera del protocolo internacional clásico en las relaciones entre países”, señaló Reyes.
“Ningún gobierno mexicano puede decir que esa no es una realidad, así que es un error, porque es el tono de un niño que no le gusta que lo regañen”, agregó.
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Reyes sostiene que la interpretación del Gobierno ha sido la equivocada. Asegura que la resolución está diciendo que a nivel local hay problemas de corrupción, que se dan asesinatos de periodistas y defensores en un contexto de crimen organizado, endémico y muy preocupante, y que hay que tener cuidado porque no solo los están asesinando, su discurso los está estigmatizando en lugar de apoyarlos y reconocer su labor legítima.
Con información de El Universal
AIS
