En los últimos días se dio a conocer la noticia de que la administración de Andrés Manuel López Obrador le solicitó al Banco Mundial (BM) un préstamo por mil millones de dólares, con el objetivo de mitigar los estragos de la pandemia por COVID-19 en México.
Sin embargo, desde que la emergencia sanitaria comenzó a golpear al país, López Obrador manifestó, en reiteradas ocasiones, que no iba a endeudar al país, como en los anteriores gobiernos “neoliberales”, pues no quería “heredar” ese tipo de compromisos financieros a generaciones futuras.
Pero, una vez más el tabasqueño mintió porque en 18 meses de gobierno ha solicitado cinco líneas de crédito al BM, mismas que ascienden a dos mil 130 millones de dólares, cifra que casi alcanza los dos mil 133 millones que solicitó el expresidente Enrique Peña Nieto, en todo su sexenio.
En 18 meses el gobierno de @lopezobrador_ ha solicitado 5 créditos de Banco Mundial que ascienden a $2,130 millones de dólares. El gobierno de Peña solicitó $2,331 millones en seis años. https://t.co/BCxuOJ1NRm
— Jorge Suarez-Velez (@jorgesuarezv) June 8, 2020
Muchos economistas han señalado que contratar deuda no es un pecado, pues son recursos que bien administrados ayudan en el desarrollo de una nación.
No obstante, dentro de la “Cuarta Transformación” tales préstamos sólo tienen como objetivo repartirlos entre las clientelas de Morena y malgastarlos en elefantes blancos absurdos que en nada van a contribuir en aumentar la productividad y competitividad de México.
